Cadena perpetua a un criminal por masacres en Nuevo León
‘El Árabe’ y 2 cómplices ejecutaron a 75 personas
HUNDIDO. El criminal, Aurelio Elizondo Flores, apodado “El Árabe” encabezaba a los sicarios multihomicidas que fueron sentenciados.
Monterrey, N. L.
La Delegación Nuevo León de la Procuraduría General de la República anunció ayer que obtuvo de un Juez federal una sentencia de 186 años de prisión en contra del sicario multihomicida, Aurelio Elizondo Flores, alias “El Árabe” y dos cómplices por ejecutar al menos a 75 personas en el norte de Nuevo León.
Elizondo Flores, originario de Nuevo Laredo y de 38 años de edad, fue detenido el 20 de enero de 2012 en Salinas Victoria, en compañía de sus cómplices, Arturo Flores Cavazos, “El Paya”, y Aarón Rodríguez González, “El Pollo 13”, quienes recibieron la misma cadena perpetua en el Juzgado Tercero de Distrito.
“El Árabe” y sus coacusados confesaron en su momento al ser capturados por autoridades estatales y federales que pertenecían a un grupo criminal con sede en Nuevo Laredo y que participaron cuando menos en 75 ejecuciones en campamentos de la delincuencia en Cerralvo y Vallecillo.
Añadieron que entre las víctimas había niños, así como 36 pasajeros de un autobús procedente de Reynosa, y narró que masacraron a estos últimos sólo porque sospechaban que eran “contras” o de un grupo rival.
Relataron asimismo que mataron a otras personas, tras interceptar y atacar vehículos particulares en carreteras del norte de la entidad, y privar de la libertad a policías de diversos poblados.
La PGR precisó, a través de la Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo (SCRPPA), por conducto de su Delegación en Nuevo León, que aportó los elementos de prueba suficientes al Juzgado Tercero de Distrito en el estado.
Especificó que de esta manera se dictó sentencia condenatoria contra los indiciados, por 186 años de prisión y una multa por un millón 353 mil 712 pesos con 50 centavos, a cada uno.
Lo anterior, agregó la institución federal, luego de comprobarse su responsabilidad penal en la comisión de delitos de delincuencia organizada, en su hipótesis de secuestro, además del delito de secuestro agravado.
Señaló que los procesados se encuentran relacionados con una célula delictiva, que realizaba secuestros en Nuevo León y operaba principalmente en los municipios de Cerralvo y Vallecillo.
Puntualizó que por tales motivos, continuarán cumpliendo su sentencia en el Centro Preventivo de Reinserción Social Topo Chico, de Monterrey.
