Avispón' revive el infierno
Juan Luis Soberanes, de 19 años, escuchó que unos “cohetes” tronaban cerca del autobús y cuando se dio cuenta... eran balazos
CIUDAD DE MÉXICO, 31 de enero.- Juan Luis Soberanes, de 19 años, es el mayor de los futbolistas que militan en los Avispones de Chilpancingo. El día de la balacera que provocó la muerte del chofer del equipo y el deceso de uno de sus compañeros de campo, él estaba durmiendo en uno de los asientos del camión que los trasladaba de Iguala a la capital de Guerrero. Escuchó que unos “cohetes” tronaban cerca del autobús y cuando se dio cuenta que eran balazos, rodó al suelo y no se movió hasta que cesó el fuego.

El 26 de septiembre de 2014, Juan Luis Soberanes tuvo la suerte que la copiloto del auto que se detuvo para ayudarlo era la amiga de su mamá.
Señora Lety, soy Juan Soberanes, ayúdeme por favor”, le dijo el capitán de los Avispones a la señora. “Ay papacito, qué te pasó, tienes sangre en la cabeza, vámonos, vámonos”, le respondió la señora. José, junto con el portero y otros cuatro integrantes del equipo se fueron en el Chevy hacia la ciudad de Iguala, Guerrero. Primero llevaron a su entrenador al hospital y el resto de los integrantes del equipo se escondieron en la casa del abuelo del portero de los Avispones de Chilpancingo.
Ahí estuvimos toda la noche, callados, escondidos y temerosos de salir. Teníamos mucho miedo que fueran a matarnos o a hacernos algo. Todo ocurrió entre las 12 y una de la madrugada, desde la casa queríamos contactar a los que estaban perdidos en el monte. En la mañana nos fueron a buscar para llevarnos al MP, ahí un carro nos llevó de regreso a Chilpancingo”, agregó el capitán de los Avispones.
El equipo venía festejando de ganarle al Iguala, no íbamos a imaginar que nos pasaría esto. En Chilpancingo si quieres es fácil irte por malos pasos y quien anda mal allá, mal le va. Nosotros no somos gente de mal, no deberíamos estar con cuidado, nos dedicamos a jugar y estudiar, sólo a eso”, narra Soberanes.
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La recuperación
Después del incidente, comenzaron los más de 157 días de terapia física y sicológica para superar los hechos y continuar con su carrera deportiva. Todos los miércoles los jóvenes que estuvieron en la balacera del 26 de septiembre del 2014 tienen cita con una sicóloga que les proporcionó el estado de Guerrero y el técnico procura tener a sus jugadores el resto de los días ocupados. Los futbolistas, menores de 19 años, estudian por la mañana y entrenan por la tarde. “Es un requisito para estar en el equipo”, dijo el capitán de los Avispones.
En las investigaciones se descubrió que los agresores eran policías y un grupo de la delincuencia organizada.
No importa quienes fueron, cada partido de la temporada se lo dedicamos a David Josúe García Evangelista, El Zurdo, y al chofer que murió ese día”, explica Soberanes.
Con todos los que sobrevivieron a la balacera recuperados, los Avispones inician hoy las segunda vuelta del torneo de la tercera división del balompié mexicano, precisamente contra el Iguala FC, el equipo que habían derrotado antes de los incidentes en la carretera. Todo vuelve a empezar.
El problema es de todo el país. Ahorita porque pasó esto en Guerrero, todos dicen que es el peor estado de la República y no es cierto, en todos lados está igual. Chilpancingo es un pueblo lindo, me enorgullece vivir ahí y ser de Guerrero.”