Aumenta el riesgo de sismo petrolero

A principios de otoño se sintieron varios terremotos en el oeste de Texas, lo que llevó a los reguladores estatales a designar un área de respuesta sísmica y exigir que se inyectaran menos aguas residuales del desarrollo de petróleo y gas en los pozos de eliminación.

En octubre, los reguladores de Texas crearon una segunda área de respuesta sísmica a lo largo de la frontera con el sureste de Nuevo México. Las autoridades señalaron más de una docena de terremotos a lo largo de la línea estatal desde el 1 de enero de 2020, y seis de ellos se informaron este otoño.

Eso significó que casi la mitad de la mayor actividad sísmica en el área desde el año pasado ocurrió en el último mes, informó Carlsbad Current-Argus. Los funcionarios de Texas se refirieron a la actividad como “sin precedentes”.

Michael Hightower, director del Consorcio de Investigación de Agua Producida de Nuevo México en la Universidad Estatal de Nuevo México, dijo que estaba claro que el problema del terremoto de Texas se estaba extendiendo hacia Nuevo México.

“Sabemos que viene mucha agua de Texas”, dijo. “Si inyecta todo eso, tendrá problemas de sismicidad”.

Dijo que la mayor parte de la sismicidad que se observa se debe a los pozos de eliminación de agua salada y una posible sobrepresurización.

El consorcio trabajó con los reguladores de Texas, dijo Hightower, con el objetivo de diseñar tecnología que pudiera tratar el agua producida y reciclarla para usos como la agricultura o incluso el agua potable.

Muchas compañías de petróleo y gas ya reciclan el agua producida para operaciones posteriores de fracturación hidráulica, pero Hightower dijo que expandir el potencial para su reutilización presenta una oportunidad económica y una forma de abordar las preocupaciones ambientales y de escasez de agua relacionadas con los combustibles fósiles.

“El gran problema es cómo se reduce el volumen de agua producida que se desecha. Esa es la misión exacta del consorcio ”, dijo.

Nuevo México tenía como objetivo una reducción del 30-60% en la eliminación de agua producida, dijo Hightower.

Jason Jennaro es director ejecutivo de Breakwater Midstream, una empresa que transporta agua producida y la trata. Dijo que la actividad sísmica reciente hizo que la búsqueda de alternativas a la inyección de eliminación fuera más urgente.

Con una segunda instalación de reciclaje de agua a escala comercial, la compañía estima que podría tratar y distribuir más de medio millón de barriles de agua producida al día para Midland Basin.

“Los operadores están buscando alternativas ambientalmente sostenibles para la eliminación dentro de estas SRA y grupos sísmicos, por lo que la interconectividad del sistema y el reciclaje comercial son fundamentales para la administración sensata del agua”, dijo Jennaro.

La acción reguladora de la comisión de Texas, dijo, impactará severamente las operaciones y forzará a la industria a buscar alternativas.

Jennaro dijo que la ocurrencia de terremotos más pequeños comenzó a aumentar en 2017, cuando el petróleo y el gas florecieron en la región, hasta cerca de tres por día recientemente.

En 2021, los registros muestran que la región estaba en camino de sufrir más de 1.200 terremotos con magnitudes de 1 a 4.

Con más sismicidad en Texas, Jennaro dijo que eso podría significar enviar más agua a Nuevo México para evitar el aumento de la acción reguladora de Texas.

Adrienne Sandoval, directora de la División de Conservación de Petróleo de Nuevo México, dijo que su agencia alienta a los operadores a reciclar y reutilizar el agua en lugar de inyectarla.

Para evitar la sobrepresurización, Sandoval dijo que la división implementó requisitos de espaciamiento de pozos como condición para los pozos de disposición permitidos.

Sandoval dijo que el estado ha experimentado cierta sismicidad inducida en el lado de la frontera de Nuevo México.

“Es algo así como a lo largo de la línea de Texas y a lo largo de la línea de los condados de Lea y Eddy. Estamos trabajando con los operadores para recopilar datos “, dijo, y señaló que los funcionarios quieren ser proactivos y protectores” para que podamos minimizar la actividad sísmica tanto como podamos”.