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‘Ataque en Malí sólo buscó sabotear el diálogo de paz’

Los yihadistas están en diferentes grupos, pero su objetivo es el mismo: obstaculizar la implementación del acuerdo pacifista

ASEGURAN. El ataque contra un lujoso hotel en la capital de Malí donde murieron 21 personas fue un claro intento para descarrilar un frágil proceso de paz.‘Ataque en Malí sólo buscó sabotear el diálogo de paz’

Bamako, Malí 

El ataque contra un lujoso hotel en la capital de Malí donde murieron 21 personas fue un claro intento para descarrilar un frágil proceso de paz que busca estabilizar el norte del país, opinó un representante de grupos separatistas del norte.

Las vacilantes negociaciones de paz han avanzado muy lentamente entre el gobierno central y los grupos separatistas del norte desde hace más de dos años. El diálogo busca poner fin a las disputas que convirtieron a grandes secciones del país en un refugio para los milicianos islámicos radicales.

Las conversaciones se habían mostrado prometedoras en los últimos meses. El hotel Radisson Blu, que fue atacado por dos hombres armados el viernes, era el sitio programado para hospedar una reunión sobre la aplicación de los últimos acuerdos.

“El ataque fue contra el acuerdo de paz”, expresó Sidi Brahim Ould Sidati, representante de Coordinación de Movimientos Azawad, conocido por sus siglas francesas, CMA. La CMA es una coalición de grupos que buscan autonomía en el norte de Malí, incluso árabes y tuaregs.

“Los yihadistas están en diferentes grupos, pero su objetivo es el mismo: obstaculizar la implementación del acuerdo de paz”, comentó Sidati.

Fueron los grupos separatistas seculares los que primero se apoderaron del norte de Malí en 2012, usando armas robadas de los arsenales en la vecina Libia, pero fueron superados pronto por los radicales aliados de Al Qaeda.

En 2013, los franceses empujaron a los extremistas islámicos a los márgenes del amplio Sahara a pesar de que siguen llevando a cabo ataques contra las fuerzas de paz de la ONU.

Las negociaciones de paz entre el gobierno y los separatistas excluyeron a los radicales, que se habían expresado contra las negociaciones, acusando a los participantes de traicionar el deseo popular de independencia.

El gobierno en Bamako y grupos separatistas firmaron en junio un acuerdo de paz. En octubre se firmaron pactos locales en el norte, pero grupos extremistas islámicos como Ansar Dine han fustigado esos acercamientos, acusando a los separatistas que lo firmaron de traicionar a la población local.

El ataque del viernes fue reivindicado por Al-Mourabitoun (Los Centinelas), un grupo formado por el notorio extremista argelino Moktar Belmoktar y que tiene lazos con al-Qaeda y Ansar Dine. El comunicado del grupo señaló que los ataques continuarán hasta que el gobierno finalice su “agresión contra nuestro pueblo en el norte y centro de Mali”.

El presidente de Senegal, Macky Sall, jefe actual del bloque ECOWAS de África Occidental, visitó el domingo Bamako y fue al Radisson junto con el presidente de Malí, Ibrahim Boubacar Keita. En una conferencia de prensa conjunta, Sall señaló que la reunión regional para discutir los temas de seguridad se llevará a cabo en los próximos días, aunque no ofreció más detalles.

El ataque del viernes comenzó alrededor de las 7:00 de la mañana, cuando dos hombres con fusiles de asalto y explosivos atacaron justo en el momento en el que los guardias del turno nocturno se preparaban a dar paso al nuevo equipo de vigilantes.

Los dos jóvenes atacantes sometieron rápidamente a los guardias y avanzaron por el hotel mientras los huéspedes que desayunaban corrieron a la cocina para buscar refugio. Los agresores portaban dos fusiles Kalashnikov, explosivos y “una gran cantidad de municiones”, expresó el mayor Modibo Nama Traore, comandante del ejército de Mali.

Las tropas de Mali, respaldadas por elementos franceses y estadounidenses intervinieron en el hotel en un enfrentamiento que duró más de siete horas en las cuales se despejó el hotel piso por piso.

El momento de los ataques sugiere una operación bien planeada que, de acuerdo con los analistas, podría ser un intento de al-Qaida y sus aliados de Al-Mourabitoun de atraer reflectores luego de los atentados de su rival, el grupo Estado Islámico, en París el 13 de noviembre.



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