Afirman que Chávez envía diesel a Siria
Con esta medida, Venezuela desafía a Estados Unidos que ha al igual que la UE ha impuesto sanciones económicas a Siria
El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, está enviando combustible a Siria, una medida que podría minar el impacto de las sanciones internacionales contra Damasco y apuntalar a un Gobierno inmerso en sangrientos enfrentamientos con manifestantes civiles.
Un cargamento de diésel de bajo azufre a bordo del tanquero Negra Hipólita, de bandera venezolana y operado por una filial de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), tenía previsto su arribo al puerto mediterráneo de Banias esta semana, según datos navieros y dos operadores que prefirieron el anonimato.
De acuerdo con una de las fuentes, se trata del segundo cargamento de combustible que parte de la refinería venezolana Puerto la Cruz con destino a Siria desde finales de noviembre.
"El buque cargó diésel de bajo azufre en Puerto la Cruz hace 15 o 17 días aproximadamente", dijo un operador relacionado con PDVSA.
La petrolera no estuvo disponible de inmediato para comentar.
El buque venezolano fue visto por última vez frente a Chipre, en su camino a Banias, donde tenía previsto arribar el miércoles, según datos de la firma de rastreo de barcos AIS. El sistema de seguimiento satelital fue apagado el miércoles.
Chávez, acérrimo enemigo de Washington, apoyó en reiteradas ocasiones a líderes árabes golpeados por las protestas del último año.
El Mandatario venezolano defendió al ex líder libio Muammar Gaddafi, y apoya al Presidente sirio, Bashar al-Assad, y a su par iraní, Mahmoud Ahmadinejad, quienes enfrentan cada vez más sanciones de Occidente.
Aunque Siria es un país exportador de petróleo y solía autoabastecerse de combustible, ha tenido que importar unos 100 mil barriles por día (bpd) de diésel para compensar el déficit de su circuito interno de refinación y el aumento de la demanda.
Diplomáticos alegan que el déficit de Siria deriva de un incremento de la demanda militar, mientras que el Gobierno dice que los ataques a oleoductos y otras instalaciones golpearon su producción.
"La producción local (de combustible) está muy baja y el consumo se incrementa durante los meses de invierno", dijo un operador petrolero, quien pidió no ser identificado por no estar autorizado para declarar.
La petrolera estatal siria Sytrol canceló en noviembre una licitación para vender nafta, en medio del endurecimiento de las sanciones a ese país y del alza del consumo interno, lo que en enero provocó carencia de gasolina en las estaciones.
El Ministro de Minas y Minerales, Sufian Al-Allaw, dijo el mes pasado que Damasco buscaba nuevos socios para satisfacer su demanda y que 240 mil barriles de diésel estaban en camino para aliviar un déficit que puso en jaque sus gasolineras.
Venezuela emerge así como una pieza clave para sostener a al-Assad. Caracas y Damasco tienen un creciente intercambio comercial que comenzó en el 2010 con la firma de varios acuerdos, entre ellos uno para proveer 20 mil barriles por día de diésel a Damasco.
El envío de diésel de PDVSA podría enmarcarse dentro de ese acuerdo. La embarcación tiene una capacidad de 47 mil toneladas, que equivalen a unos 50 millones de dólares en mercancía.
Si bien no hay un embargo directo en la venta de combustible a Siria, la petrolera estatal Sytrol, responsable de organizar las importaciones y exportaciones de combustible, está en una lista negra de Estados Unidos y la Unión Europea.
No estaba claro si las recientes transacciones de Venezuela fueron realizadas a través de Sytrol.
La Unión Europea no frenó los envíos de productos por razones humanitarias, aunque la mayoría de las ventas quedaron paralizadas de todas maneras por la reticencia de los proveedores a hacer negocios con Siria.
"El déficit de combustible podría forzar al Gobierno a depender de costosas importaciones suministradas por un grupo de países aliados", dijo en un reporte la firma BMI Middle East and Africa Oil and Gas Insight.
Juega Venezuela con fuego
Estados Unidos impuso el año pasado un conjunto de sanciones a PDVSA por comerciar con Irán, país al que habría despachado varios cargamentos de gasolina como parte de un contrato de suministro firmado entre Chávez y Ahmadinejad.
Pero las sanciones no se hicieron efectivas, por lo que se interpretaron más como una amenaza que como una intención real de detener las ingentes exportaciones petroleras venezolanas, que en buena parte terminan en Estados Unidos y generan más del 95 por ciento del ingreso de dólares del país sudamericano.
Tal como ocurre con Irán, analistas han advertido sobre los peligros que implica para Venezuela comerciar con países cercados por potencias occidentales como Estados Unidos o la Unión Europea.
"Si se viola alguna de las sanciones impuestas por Estados Unidos, no se puede continuar comerciando con Estados Unidos", explicó una de las fuentes.
Debido a las sanciones, el barco Negra Hipólita no podría atracar en los muelles de Estados Unidos ni Europa, dijo una de las fuentes, aunque ese no sería un problema para Venezuela, dado que el tanquero, armado en 1996, se usa principalmente para labores de cabotaje.
"Probablemente el buque no podrá tocar Estados Unidos, pero de todos modos eso no sucederá", dijo una de las fuentes.
Dado que probablemente se trata de una venta CIF (el proveedor asume el costo del seguro y el flete), se desconoce si hay alguna empresa foránea involucrada en el seguro del cargamento que pudiera quedar expuesta a las sanciones.
