Adiós al genio… de las telenovelas
Junio 28, 2017 -
Muere el productor Valentín Pimstein, el amo y señor de las historias color de rosa
Monterrey, N.L.
El melodrama rosa se tiñó de oscuro. La muerte cegó la vida de un ícono de la telenovela mexicana.
Valentín Pimstein, el hombre que hizo soñar a millones de mexicanos por cuatro décadas, murió ayer a los 91 años en su natal Chile.
Deja una estela de grandes romances, amantes furtivos, madres abnegadas, deseos prohibidos... y lágrimas, muchas lágrimas.
La ternura de Gutierritos, el amor incondicional de María Isabel, la abnegación de Mamá Campanita y hasta la maldad de Rubí fueron sólo algunos de los sentimientos que fluyeron a través de personajes entrañables que el realizador entretejió en historias cargadas de harto drama.
ENTRE LOS MEJORES
Por eso tuvo a su cargo a las mejores plumas de México y Sudamérica.
Yolanda Vargas Dulché, Estela Calderón, Inés Rodena, Marissa Garrido, Mimí Bechelani, Abel Santacruz, Carmen Daniels y Luis Reyes de la Maza colaboraron con Pimstein en la creación o adaptación de grandes historias.
Por lo mismo, nombrar las mejores resultaría casi imposible, aunque sí están las favoritas, ésas que marcaron un hito en la televisión mexicana.
Desde sus inicios, a principios de los 60, cuando llegó a México para cumplir su sueño de trabajar en cine, Pimstein dedujo que el melodrama televisivo sería un éxito... y acertó.
Apenas hizo Gutierritos y el resultado fue palpable. No fue una heroína, sino un hombre vilipendiado, papel a cargo de Rafael Banquells, quien sufría a costa de una abusadora María Teresa Rivas, lo que colocó el primer éxito de la pantalla chica.
GRANDES MELODRAMAS
Luego llegarían Madres Egoístas, Lo Imperdonable, Corona de Lágrimas, El Ídolo, Un Ángel en el Fango, y remataría esa década con Rubí y Cruz de Amor.
Junto con Ernesto Alonso forjó una etapa dorada en la pantalla chica. Ambos rivalizaban en cuestión de aciertos y los actores peleaban por estar con cualquiera de sus productos.
Apenas iniciaron los 70 y colocó dos trancazos: Yesenia y La Gata.
De ahí siguieron otras igual de exitosas como El Amor Tiene Cara de Mujer, Mundo de Juguete, Ha Llegado una Intrusa, Encrucijada, Barata de Primavera, Mi Hermana la Nena, La Venganza... y tres de sus grandes tesoros: Viviana, Rina y la icónica Los Ricos También Lloran.
Colorina marcaría los 80, también época de Vanessa, Chispita, La Fiera, Amalia Batista, Principessa, Monte Calvario, y tal vez la mejor de todas: Vivir un Poco, aunque la más popular sería su siempre viva Rosa Salvaje.
El genio de Pimstein lo llevó a ser Vicepresidente de Producción de Telenovelas en Televisa, cargo que desempeñó de 1994 a 1997, hasta que sus ideas dejaron de comulgar con las de la empresa.
Y se despidió con otros éxitos para el pueblo: María Mercedes, Marimar y María la del Barrio.
Verónica Castro, Ofelia Medina, Helena Rojo, Jacqueline Andere, Fanny Cano, Victoria Ruffo, Lucía Méndez... y hasta una incipiente Thalía se convirtieron en sus heroínas.
El melodrama no llora por una historia de ficción, sino por la ausencia de un hombre que con su talento creó la época dorada de la telenovela.
Lo alaban sus colegas
Productores como Juan Osorio (centro), Nicandro Díaz y Salvador Mejía, lejos de lamentar el fallecimiento de Valentín Pimstein, alabaron su gran profesionalismo y su pasión por la televisión y su gran legado en lo que se refiere a las telenovelas color de rosa.