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Activista: "La mejor vacuna es dejar de comer animales"

La artista y activista Liliana Felipe se posiciona a favor de los derechos de los animales

Liliana Felipe es una artista y activista a favor de los derechos humanos y de los animales. Ha compuesto aproximadamente 500 canciones y ha editado 24 discos de manera independiente, "Canciones de mierda" es el título más reciente de su producción discográfica y desde los años 80 ha incidido en la escena mexicana, en la música, el cabaret y las luchas sociales. Un recuento de su vida musical se podrá escuchar en el concierto "Las clásicas de Liliana Felipe", este 26 de febrero en el Auditorio Blas Galindo del Centro Nacional de las Artes a las 19:00 horas.

Activista: La mejor vacuna es dejar de comer animales

"Hace más de 10 años que venimos trabajando las canciones con arreglos orquestales, la primera vez que lo hicimos fue en Tijuana en 2013, lo hemos hecho también en Argentina y ahora lo presentamos en la Ciudad de México. Cuando tú decides hacer una versión orquestal de una canción es porque confías en la música, en el contenido, porque puede ser representativa para alguien, incluso diría que hay canciones que no resistirían el arreglo. El programa es muy representativo", dice.

Los clásicos de Liliana Felipe como su repertorio en conjunto son canciones que cuestionan de manera frontal el pensamiento y actos de autoritarismo; los prejuicios sociales, el sesgo y amarillismo mediático, la desigualdad, el racismo, el sexismo, entre otros aspectos que limitan el libre pensamiento de mujeres y hombres en el mundo.

"A mí me pasa que las vibraciones de los instrumentos me dan vueltas todo el cuerpo, es muy diferente tocar en un piano eléctrico que tocar en un piano que está respirando contigo; cuando estás al lado de un chelo, sientes toda su energía, toda su vibración. De modo que tengo que prepararme emocionalmente para estar con una orquesta porque son muchas vibraciones y son muchos los sentimientos que se desatan, me dan mucha emoción y las emociones a veces se nos desbocan, así que tengo que saber que no puedo alocarme", dice.

Su obra se ha caracterizado por sus fuertes señalamientos contra el autoritarismo de Estado, la hipocresía de la Iglesia Católica y otras iglesias organizadas, la cerrazón mediática, la desigualdad, el racismo, el sexismo y el especismo.

"Todas las canciones que elegí para este concierto se sostienen en este momento. Pero me pasó que quité unas canciones que hablaban sobre la libertad sexual porque me parecieron viejos, la libertad sexual ya está, que alguien sea gay o lesbiana es algo que la sociedad ya digirió, aunque sigue habiendo crímenes de odio estamos en otro momento, cuando yo hice esas canciones estábamos en plena lucha porque se reconocieran nuestros derechos sexuales, hoy me parece que envejecieron. Los tiempos están cambiando, ojalá fuera de manera más veloz. Los grupos de ultraderecha siguen ahí, pero escuchas sus argumentos y uno sólo puede pensar en qué pesada es la ignorancia", dice.

El veganismo, el antiespecismo y la lucha en contra del maltrato animal en cualquiera de sus formas, así como la lucha contra el subsidio a industrias como la ganadería, son ahora el centro de su activismo.

"Las cosas cambian y tenemos que decidir en qué lado queremos estar. En 1800 la esclavitud humana era natural y había un grupo de locas y locos diciendo que había que abolirla, pero también había un aparato de Estado, médicos, instituciones, curas, maestros y políticos que decían que si se abolía se caería la economía. Hoy siento que está pasando exactamente lo mismo, pero con los animales", dice.

Y agrega: "En el feminismo hay un nuevo discurso, el de las antiespecistas, y es que para mí el veganismo es el mejor detector de mentiras que puedes tener en tu vida. Si tú crees que para vivir necesitas matar a alguien es mejor que te retires, en este sentido las feministas carnistas son un estorbo. Quien no ha entendido que el 90% de los animales son obligados a nacer, a comer, a estar encerrados toda su vida para luego ser llevados a mataderos y ser asesinados con una exageración del horror, entonces no pueden decir que no son feministas. El movimiento feminista partió de seis mujeres veganas o vegetarianas en aquella época, que hicieron una lucha para que se anulara la disección en los animales y lo que consiguieron fue el voto político de las mujeres", dice.

Por eso, ataja que los médicos carnistas, "son un oximoron" y las feministas carnistas, también.

"A mí me preocupa que no haya especialistas diciendo que la mejor vacuna es dejar de comer animales, me preocupa muchísimo que esta violencia asquerosa, que sigamos subsidiando a lo peor de la sociedad. La red de veganas antiespecistas hemos comenzado una campaña por subsidios justos que significa no darle dinero de nuestros impuestos a esta banda del mal que son la ganadería, los criadores y todos ellos. Los veganos en México somos 11 millones 300 mil personas, es un grupo muy grande, pero todos los subsidios están para lo otro, tú crees que la carne es barata, pero no es así, están subsidiados. No sé cómo los padres le pueden dar a sus hijos, con mucho amor, el cadáver de un ser viviente, todos se dicen amantes de la justicia pero sus platos chorrean sangre", cierra.



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