Aceleran la cumbre entre Trump y Kim
El propio Kim y el Secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, acordaron ayer durante su reunión en Pyongyang trabajar para hacer factible ese encuentro y continuar la negociación sobre el cuándo y el dónde, según ha indicado el Gobierno de Corea del Sur.
"Las dos partes nombrarán equipos de trabajo para negociar el proceso de desnuclearización norcoreano y el calendario de la cumbre Trump-Kim", señaló el Secretario de la presidencia surcoreana, Yoon Young-chan.
La declaración de Yoon se ha producido después de que Pompeo se reuniera en Seúl con el Presidente Moon Jae-in para informarle de los resultados de sus conversaciones con el líder norcoreano.
Según el Gobierno del Sur, el enviado de Trump y Kim Jong-un abordaron los pasos que Pyongyang puede dar para deshacerse de su programa nuclear, así como la supervisión estadounidense para verificar el proceso.
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Pompeo conversó durante casi cuatro horas con Kim con el objetivo de destrabar el proceso de negociaciones en torno al programa nuclear norcoreano y asegurarse de que sus respectivos países se mueven en la misma dirección.
El jefe de la diplomacia estadounidense ha salido cautamente optimista: la visita ha sido un buen viaje y afirmó que siguen haciendo progresos.
"Hay muchos pasos en el camino y hemos conseguido otro paso adelante. Creo que este es un buen resultado para todos nosotros", dijo.
El sentimiento se extendía también al resto del equipo estadounidense.
"La visita ha ido mejor que la última vez", apuntó un alto funcionario que habló con la condición del anonimato, aunque agregó que les espera un largo camino para llegar a un acuerdo final.
Por su parte, Kim celebró que el día prometió un buen futuro para los dos países.
La última visita de Pompeo el pasado julio dejó resultados decepcionantes y Corea del Norte lo acusó de plantear exigencias "al estilo gangster".
Las relaciones volvieron a tener un tono cálido después de la cumbre entre Kim y su homólogo surcoreano Moon, en la que el líder norcoreano propuso desmantelar un centro de pruebas de misiles y el complejo nuclear de Yongbyon si Estados Unidos adoptaba medidas recíprocas.
Tras sus conversaciones en Seúl, Pompeo se desplazará hoy a Pekín, la última etapa de su gira asiática y posiblemente la más espinosa porque abordará la guerra comercial entre Estados Unidos y China y las tensiones cada vez más graves en la relación bilateral.