Abandona China política del 'hijo único'
Todas las parejas que lo deseen podrán tener dos hijos, según ha anunciado la agencia oficial Xinhua, que cita un comunicado emitido tras el cierre del Plenario del Comité Central del Partido Comunista de China.
"China abandona la política del hijo único que mantuvo durante décadas", indica Xinhua.
Las autoridades chinas argumentaron durante años que fue una medida clave para facilitar el despegue económico.
A lo largo de cuatro días, los 205 miembros del Comité Central y sus 170 suplentes han estado reunidos en un hotel del oeste de Beijing para acordar el 13º Plan Quinquenal, que sentará las bases de la política económica y social para los años 2016-2020.
El cambio, explica la agencia Xinhua, busca equilibrar el desarrollo de la población y responder al desafío del envejecimiento de la población.
Este envejecimiento es uno de los grandes problemas que encara el país.
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En 2014, la población por debajo de los 60 años -cuando empieza la edad de la jubilación para las mujeres- cayó por tercer año consecutivo, en 3.7 millones de personas, para quedar en 917 millones, según la Oficina Nacional de Estadísticas.
Además, la política del hijo único ha causado un grave desequilibrio entre el número de hombres y mujeres, dada la preferencia cultural por los descendientes varones.
En 2014, según las cifras oficiales, nacieron 116 niños por cada 100 niñas.
La proporción natural es de aproximadamente 104 varones por cada 100 niñas.
Acumulada a través de décadas, esta desproporción ha generado un "exceso" de 34 millones de varones, que a su vez ha suscitado problemas como un aumento del tráfico de mujeres procedentes de otros países más pobres.
El desequilibrio es tal que algunos expertos, como el profesor Xie Zuoshi, de la Universidad de Finanzas de Zhejiang, ha propuesto como solución, en un país donde la soltería es algo impensable, facilitar las parejas gays o la poliandria, esto es, que las mujeres puedan tener varios maridos.
La aplicación forzosa de la política, muchas veces mediante métodos brutales que han incluido abortos obligados, ha suscitado numerosas denuncias de las organizaciones en favor de los derechos reproductivos.
La política del hijo único tenía además algunas excepciones: la casi totalidad de las 55 minorías étnicas del país no tenían que seguirla y tampoco las parejas de las zonas rurales si su primer hijo era una niña.
La medida se había ido suavizando gradualmente.
En 2013 se aprobó permitir dos hijos a aquellas parejas en las que al menos uno de los miembros a su vez fuera hijo único.
Aunque esta relajación no ha tenido el éxito que las autoridades esperaban.
A mediados de 2015, tan sólo 1.5 millones de los 11 millones de parejas que cumplían los requisitos habían solicitado el permiso necesario.
Es una cifra muy por debajo de las expectativas de las autoridades chinas, que habían anticipado que para comienzos de este año 2 millones de parejas se hubieran aprovechado del cambio.
En parte se debe a que la idea de tener un solo hijo ya está arraigada en una sociedad cada vez más desarrollada, y en parte al coste económico que supone criar un segundo hijo.
El nuevo Plan Quinquenal que han debatido los dirigentes comunistas desde el lunes incluye también, según ha apuntado Xinhua, la meta ya fijada por el Gobierno de doblar el PIB de 2010 para 2020.
El Plan Quinquenal entrará en vigor una vez lo apruebe el Legislativo chino, la Asamblea Nacional Popular, en su reunión anual el próximo marzo.