10 bellezas elásticas y la importancia de saber doblar el cuerpo
Aunque no lo creas, la flexibilidad es importante para mantenerte en buen estadoTe invitamos a que por unos cuantos minutos te levantes del sitio en donde estés, te alejes del monitor y ya que estés de pie, muy derecho y con la espalda bien recta, bajes poco a poco el tronco, con los brazos y palmas de las manos bien estiradas e intentes tocarte la punta de los pies, sin que dobles las rodillas.
¿Lo conseguiste? Si es así, te felicitamos, pues eso quiere decir que estás en perfectas condiciones físicas, pero si no, es mejor que leas lo siguiente. La flexibilidad es la capacidad que tienen los músculos de adaptarse por medio de su estiramiento o alargamiento a los diferentes grados que puede tener cada movimiento de todas las articulaciones.
De bebés, todos los seres humanos somos extremadamente flexibles, por eso es que vemos cómo es que los pequeños pueden llevarse el dedo gordo del pie a la boca sin dificultad, una cualidad que si no la cultivamos, se va perdiendo con el tiempo, debido a la falta de movilidad y a la rigidez muscular que se va acumulando con los años.

Quienes practican determinados deportes, necesitarán desarrollar esta cualidad en mayor cantidad, pues además de tener una gama más amplia de movimientos articulares, hay disciplinas en las cuales la flexibilidad les otorga mejores resultados, pues contribuye a que se tenga una mayor fuerza explosiva o de arranque.
¿Eres flexible? En De10.mx tomamos 10 imágenes del sitio gran-angular.net, para presentarte a 10 bellas damas que poseen una elasticidad envidiable.
Esta chica demostró su gusto y felicidad que probablemente le causó la canción que estaba escuchando, a tal grado que parece haber improvisado una coreografía digna de una bailarina profesional.









¿Quieres mejorar la elasticidad de tus músculos? Con base en vivirsalud.com, innatia.com y fitness5.com, te sugerimos algunos ejercicios sencillos que no te quitarán mucho tiempo. Te aseguramos que, si te lo propones y los repites frecuentemente, notarás el cambio.
1. Antes de iniciar con cualquier rutina de este tipo, será necesario que hagas ejercicios de calentamiento, mínimo por unos 5 minutos, los cuales pueden ser trotar o saltar con brazos y piernas abiertas, ya que si no lo haces, podrías sufrir una contractura muscular.
2. Ponte de pie con los pies separados, que las puntas estén alineadas con tus hombros, lleva tus brazos detrás de tu cabeza, junta tus manos y poco a poco ve llevando el tronco del cuerpo hacia atrás. Si haces este ejercicio, relajarás los músculos y articulaciones de la espalda.
3. Igual de pie, inhala poco a poco y lleva todo tu cuerpo hacia adelante y trata de tocar el suelo con las yemas de los dedos. De esta forma matas dos pájaros de un tiro, ya que relajas la espalda y trabas la elasticidad de tus piernas. Mantente agachada unos cinco segundos y reincorpórate lentamente mientras exhalas. Se recomienda hacer 10 repeticiones de este ejercicio.
4. Con las piernas ligeramente abiertas en escuadra, levanta el brazo derecho e inclina todo el cuerpo hacia el lado izquierdo, mientas la cadera la mantienes firme del hacia el sentido contrario. Repite el movimiento hacia el otro lado y haz 10 series.
5. Párate con las piernas juntas y da un gran paso con una de ellas y lleva todo tu peso a ésta; repite la acción dos veces y luego cambia de extremidad. Realiza esta serie 10 veces como mínimo.

7. Este ejercicio es muy sencillo. Eleva uno de tus brazos a la altura del pecho y dóblalo, con la otra mano empuja el codo hacia el pecho, notarás una ligera tensión en la zona. Haz lo mismo con el otro brazo.
8. Siéntate. Mantén la espalda recta y las piernas estiradas; haz punta con los dedos de los pies; eleva tus brazos arriba de tu cabeza y poco a poco baja el tronco para intentar que las palmas de tus manos toquen tus pies.
9. Mantente de pie, con las piernas juntas; levanta una de las piernas mientras flexionas la rodilla y con una mano toma el tobillo para intentar pegar éste al glúteo, permanece en esa posición, con la otra pierna bien estirada, durante unos segundos. Repite esta acción con la otra pierna.
10. Si quieres mejorar tu elasticidad de forma más rápida y sencilla, no hay nada mejor como realizar ejercicios en el agua. Si tomas clases de natación, aprovecha para rotar todas las articulaciones dentro de ella, verás que no notarás fatiga, ni dolor.
