Vivir sin servicios. Urge solución a problema de asentamientos

Las invasiones o asentamientos irregulares, en terrenos que en apariencia están abandonados por sus dueños, son una problemática que de manera histórica se ha dado en Reynosa y con ellas la formación de nuevas colonias, pero esto va más allá de la ocupación de tierras de manera ilegal, ya que traen consigo una cadena de procesos a seguir y otras faltas que se desconocen, pero que explica Javier Pérez García, director de la Unidad de Apoyo para la Regularización de la Tenencia de la Tierra.

Hasta el día de hoy, el asunto de las invasiones en Reynosa está de la siguiente manera: la colonia el Olmo está en trámite de compra-venta de  los terrenos; la Ernesto Zedillo fue ya desalojada por orden de juez, ya que los propietarios interpusieron una demanda para la recuperación del bien inmueble y participaron en coordinación, el Ministerio Público, la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) y Fuerza Tamaulipas, quedando pendientes la Nuevo Amanecer, La Nopalera y aquella en la Laguna La Escondida, al lado de la colonia Juan Escutia.

En el caso de terrenos particulares, el municipio tiene la obligación de coadyuvar para solucionar estos problemas (de las invasiones) a través de la documentación y la recaudación de datos y testigos, para que el Ministerio Público pueda armar las carpetas de investigación y proceder al desalojo una vez que los propietarios interpongan su correspondiente demanda, ya que son estos asentamientos que se forman, que no cumplen con los lineamientos establecidos por el municipio y que bajo ninguna circunstancia debe permitirse la estadía permanente de alguien que no sea dueño, a menos que exista una autorización de éste último.

Mientras que en los terrenos municipales, la responsabilidad recae sobre el ayuntamiento y éste debe evitar que dichos espacios se invadan buscando de manera directa y a través de recursos jurídicos que estos espacios sean liberados.

Por otro lado, los terrenos ejidales son aquellos adquiridos también por particulares, pero éstos normalmente deciden lotificar y vender parte de sus tierras de manera usual a personas con necesidad y quienes en un determinado momento pueden adquirir un certificado de posesión a través de los censos que realiza esta dependencia municipal, lo cual reconoce, puede ser un primer paso hacia la escrituración en un futuro.

OBLIGACIONES 

El director de la Unidad de Apoyo para la Regularización de la Tenencia de la Tierra, manifestó que hay una ley para fraccionadores, quienes en su momento tienen la obligación de asegurarse que las colonias o fraccionamientos que se construyan cuenten con los espacios y servicios debidos, dígase de escuelas, áreas verdes, así como de agua, luz, drenaje y el debido equipamiento de éstos, para poder construir y después vender.

El municipio como tal, está obligado a brindar los servicios, al menos de agua a las colonias irregulares que se van formando por razones humanitarias, ya que aunque las colonias se formen fuera del marco legal debido, es un derecho humano, por lo que hay lugares en estas condiciones que cuentan con algunos servicios de vivienda.

POR LEY. Toda invasión tiene que correr un proceso en el que intervienen no sólo autoridades municipales, sino también propietarios, Ministerio Público y otros para desalojar o legalizar los terrenos. 

EL DEBER SER

>En un mundo ideal, el deber ser es que cada nueva colonia, fraccionamiento, construcción, parque u otro espacio dentro de la mancha urbana, debe cumplir con lineamientos establecidos, como el ancho de las calles, espacios públicos, áreas verdes e instalación de servicios entre otras que se especifican en el plan municipal de desarrollo.

>Un plan municipal de desarrollo contiene la propuesta de gobierno del ayuntamiento y se conjuga la acción coordinada y complementaria de los otros niveles de gobierno, tanto federal como estatal, así como la participación de los sectores social y privado del municipio.

>En el plan se definen los propósitos y estrategias para el desarrollo del municipio y se establecen las principales políticas y líneas de acción que el gobierno municipal deberá tomar en cuenta para elaborar sus programas operativos anuales.