Editoriales > ANÁLISIS

Unidad latinoamericana

Argentina fue el primer país de la América indiana en librarse de las garras del capitalismo feroz, al poner en la cárcel a su promotor, Carlos Saúl Menen, presidente postulado por el peronismo, al que traicionó para privatizar las empresas del Estado, desregular la economía y entregarse en brazos del Fondo Monetario Internacional por cuyas demandas precarizó el trabajo favoreciendo al gran capital financiero y especulativo; en estos días vuelve a manifestarse la voluntad popular de los argentinos.

Vale la pena señalar las observaciones del intelectual, economista, ambientalista y político chileno, Manfred Max Neef: "La economía neoliberal mata más gente que todos los ejércitos del mundo juntos, y no hay ningún acusado, no hay ningún preso. Seguir forzando el crecimiento para consumir más y seguir produciendo una infinita cantidad de cosas innecesarias, generando una de las instituciones más poderosas del mundo como lo es la publicidad, cuya función es una y muy clara: hacerte comprar aquello que no necesitas, con plata que no tienes, para impresionar a quienes no conoces. Eso evidentemente no puede ser sustentable". Claro que no, el planeta es muy grande; pero, no infinito.

Unidad latinoamericana

En ese sentido, el triunfo claro del peronismo, que mucho recuerda el de Morena, son una evidencia del rechazo al neoliberalismo y las distorsiones que ha traído a la economía y a la política para que unos pocos ganen todo y las grandes mayoría pierdan hasta el modito de andar. Los tiempos son de cambio.

Al igual que lo sucedido en México, las fuerzas reaccionarias han echado su gato a retozar y hablan de grandes catástrofes. Al siguiente día del triunfo del presidente Alberto Fernández, la prensa publicó: "Los números de Argentina son de locura: las tasas de interés en los bancos subieron este lunes al 74%, las acciones de empresas argentinas en Wall Street se desplomaron un 60% y los bonos argentinos perdieron un 20%. Todo, en un día sumamente irreal en los mercados financieros, porque las operaciones fueron mínimas, aunque el impacto en el ánimo de la población fuera enorme". ¡Mentiras!

El informe del Banco Central señala que: "El Banco Central convalidó un incremento de más de 11 puntos porcentuales en la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq), que quedó en un promedio de 74,782%, con el objetivo de controlar al dólar. En ese marco, la entidad monetaria llevó a cabo tres licitaciones por un monto total de US$ 165 millones, con lo que logró contener y reducir la fuerte suba registrada por la divisa en las primeras horas de operaciones. La primera licitación se concretó cuando el dólar bordeó los $60 en el mercado mayorista. Al cierre de la última operación el dólar retrocedió a $53, con lo que el promedio del mercado cerró en $53,50, con una suba de 18,3% respecto al viernes pasado". La realidad es que el dólar se cotizaba en 50 pesos argentinos y subió a 53, un alza ordinaria.

La coincidencia en cuanto a la visión político-económica de los mandatarios de México y Argentina se concretó cuando Fernández, una vez recibida la constancia de triunfo electoral, hizo una vista a México para reforzar las relaciones de ambas naciones. Entonces se dijo que: "La similitud entre las políticas del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, y las del recién elegido presidente de Argentina, Alberto Fernández, cuya corriente política es peronista, podría impulsar un fortalecimiento en las relaciones de ambos países en los próximos años, tanto política como económica y cultural".

Luego de la escaramuza que se suscitó con motivo de una cita de Octavio Paz, el presidente argentino comentó que es un deber suyo, así como de su homólogo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, que estos países estén unidos. "Argentina y México tienen un futuro. Tienen un futuro en América Latina y América Latina tiene un futuro, y ese futuro pasa por la unidad de los esfuerzos, por lo cual agradezco la generosidad de las palabras de Andrés Manuel. Pero que México y Argentina estén unidos es un deber que tenemos, que Argentina y México encaren un futuro común y esto ayude a la América Latina, es una obligación que tenemos", apuntó en su participación en la conferencia mañanera de LO.

Agregó que esta unión de esfuerzos debe pasar desde el país más norteño de América Latina hasta el más austral. "Tenemos que ser capaces de trazar un eje que una a todo el continente, es el deber que tenemos con Andrés Manuel". Luego de los estragos del neoliberalismo, agravados por la pandemia y el confinamiento que ha afectado la economía, esta tesis de unidad latinoamericana cobra más vigencia.