Fidel Castro; entre la gloria y el odio

“Compañeros: podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡libertad o muerte! Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda alguna es peligroso y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir, den un paso al frente. La consigna es no matar sino por última necesidad.”

Así se expresaba el joven revolucionario Fidel Castro ante sus compañeros de causa el 26 de julio de 1953, en lo que fue el preámbulo del asalto al cuartel Moncada en un intento por iniciar una lucha encausada al derrocamiento del considerado dictador Fulgencio Batista, quien era el Presidente de Cuba y el que había caído en los excesos del poder privilegiando a solo una parte de la población y ampliando la brecha entre los pocos ricos y los muchos pobres.

Castro fracasó en ese intento de tomar el cuartel Moncada y fue apresado por el gobierno de Fulgencio Batista. Fue sentenciado a 15 años, pero tras veintidós meses de prisión fue liberado durante la amnistía general de mayo de 1955. Meses después se exilió a Estados Unidos y finalmente a México.

En México preparó su plan mediante el cual ideó el movimiento 26 de julio (M-26-7) y junto con 82 hombres se embarcó en el yate “Granma” el 2 de diciembre de 1956 con la intención de invadir la Isla. El resto es historia. Su revolución resulto triunfante el 1 de enero de 1959.

Desde entonces Fidel Castro se erigió como el máximo líder de la Revolución y líder absoluto del gobierno cubano, aunque en los inicios de su gobierno declaró que no era comunista, en poco tiempo se alió con la entonces denominada Unión Soviética e instauró un sistema comunista en la Isla, de hecho Cuba es el único país comunista en América.

Sus ideas comunistas causaron una división en la isla y muchos cubanos emigraron a Estados Unidos estableciéndose principalmente en el Estado de Florida, los mismos estaban en contra del régimen dictatorial de Fidel y de su sistema comunista el cual coartaba libertades como la de expresión y libertad de circulación.

Al mismo tiempo otro segmento de la población aplaudía el régimen de Castro y vivía un estilo de vida que sin duda alguna disfrutaba y sigue disfrutando aun ahora.

Castro dirigió oficialmente el Gobierno Cubano por un periodo de 49 años y sentó precedentes para que otros países latinoamericanos como Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Uruguay influenciados por la revolución cubana y sus ideales establecieran gobiernos considerados de izquierda. 

El pasado 25 de noviembre Fidel Alejandro Castro Ruz falleció dejando tras de sí un cumulo de opiniones divididas entre los cubanos residentes en la isla y aquellos en el exilio. Muchos lloran su muerte, otros tantos se alegraron con ella y es así como Fidel Castro vivió, y su legado seguirá viviendo entre; La gloria y el odio.

Hasta la próxima, primeramente Dios.

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