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El Consejo Fiscal Independiente

Durante la reunión conjunta del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que se llevó a cabo del 3 al 9 del presente

Durante la reunión conjunta del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional que se llevó a cabo del 3 al 9 del presente, quedó claro que la única alternativa de solución al problema de la deuda, es fiscal. Ahí se asentó que la deuda mundial se encuentra en niveles sin precedentes, de 152 billones de dólares, lo que equivale a un 225% del PIB mundial. Para 2017, se estima que la deuda externa de México llegue al 56% del PIB.

Pero, lo que más preocupa a los organismos financieros internacionales es que para el año siguiente siga la tendencia ascendente y pueda salirse de control; por ello, insisten en la creación de un Consejo Fiscal Independiente, que ponga orden en el horizonte fiscal del país, que se percibe como ineficaz, incierto e inicuo. La tarea del organismo se desarrollaría en tres sentidos, elevar la recaudación, frenar el déficit y abatir la deuda. 

El Consejo Fiscal Independiente

Hasta ahora, se ha seguido un dogmatismo pernicioso en todas las instancias del Poder Federal, logrando que los causantes cautivos carguen con todo el peso de la recaudación en beneficio de sectores privilegiados que aún cuando retienen las alcabalas no las hacen llegar a la hacienda. Permanentemente se habla de ampliar la base de causantes; pero, lo que se hace en la practica es elevar los impuestos de manera oculta como con las gasolinas, cuyo precio tiene como elemento mayor el Impuesto a Bienes y Servicios.

No han tenido éxito las iniciativas que proponen la deducibilidad el consumo personal como se hace en otros países, logrando una mayor recaudación cuando todo los usuarios exigen notas de compra de bienes y servicios para solicitar devolución de impuestos, que siempre amparan cantidades menores a lo pagado, en beneficio de las arcas públicas que así resultan beneficiadas por el Impuesto al Valor Agregado en todos los consumos.

Por otra parte, con el cuento de que México sería un imán para la inversión extranjera, no se guardó la disciplina en el ejercicio del gasto público y se hicieron dispendios de lo mas absurdo aunque ello significara gastar más de lo razonable y más de lo que autorizó el Congreso, sin que ello escandalizara a nadie. De acuerdo a la Secretaría de Hacienda: “En el 2015, el sector público presentó un déficit de 637,629.9 millones de pesos, con un crecimiento de 14.3%, respecto del año anterior; el más alto desde la crisis el 2008”. 

Como todo ese mundo de dinero no fue suficiente, no obstante la drástica caída de los ingresos petroleros y las situaciones externas, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público o sea la deuda del país, subió 1.8 puntos base del PIB, llegando a 45.7%: un total de 8 billones 633,480 millones de pesos. Ninguna prudencia.

Ante tales evidencia y no obstante que el autor del desaguisado ya no está, se antoja un imperativo atender la idea de un Consejo Fiscal Independiente que ponga orden en el gran caos que son las finanzas nacionales. Como dicen tanto el Banco Mundial como el Fondo Monetario Internacional la solución a los agobios de las pesadas deudas, nacional y mundial, que no tienen precedente alguno, está en el campo de las disciplinas fiscales.

Es tiempo de que despierten los funcionarios de la Secretaría de Hacienda y del Banco de México y acepten que las reservas internacionales de divisas son intocables porque están como garantía de pago de la deuda externa y que el crédito por 80 mil millones de dólares que se gestionó ante el Fondo Monetario Internacional, tiene candados rígidos.  

Textualmente dice el organismo en su portal oficial de Internet, que: “Cuando un país obtiene crédito del FMI, el gobierno se compromete a ajustar la política económica para superar los problemas que le llevaron a solicitar asistencia financiera a la comunidad internacional. Las condiciones de estos préstamos también sirven para garantizar que el país será capaz de reembolsar los recursos al FMI, de manera que esos recursos puedan ponerse a disposición de otros países miembros que los necesiten”.

Así que si se busca una salida a los problemas que dicen los operadores de la economía que no existen, ¡a integrar el Consejo Fiscal Independiente! Que donde manda capitán, no gobierna marinero.