Un juicio histórico

En marzo de 2021, la investigación sobre los pagos de Donald Trump para silenciar a una actriz porno, estaba, ante los ojos de los fiscales, muerta y enterrada.

Pero esta semana, como los zombies, esa investigación salió de la tumba. El nuevo fiscal de distrito, Alvin Bragg, la rescató el año pasado. Ahora el caso está más vivo que nunca, en un juicio sin precedentes: el primer juicio criminal contra un expresidente en la historia de Estados Unidos. Más aún: el primer juicio criminal contra un muy probable futuro presidente.

Un juicio histórico

Trump enfrenta cargos más graves en otros sitios (por sus esfuerzos para interrumpir una pacífica transición del poder o por intentar retener documentos clasificados en su mansión de Mar-a-Lago, Florida). 

Pero, por como se han dado las cosas en esos otros casos, podría ser que éste se convierta en el único que un jurado escuche antes de las elecciones de noviembre.

Durante las próximas semanas, el aspirante republicano a la presidencia estará obligado a poner su campaña en pausa, permanecer sentado en una corte de Manhattan y luchar por evitar una condena.

Si es encontrado culpable, y si gana las elecciones, se convertiría en el primer delincuente que gana la Casa Blanca.

Trump, sus aliados y su defensa, han insistido en que se trata de una "cacería de brujas". Incluso expertos legales de los dos lados del espectro político y abogados de mucha experiencia han expresado preocupaciones: las debilidades del caso son evidentes.

Los cargos giran alrededor del pago de 130 mil dólares a Stormy Daniels, quien amenazó con revelar lo que ella llamó una relación extramarital con Trump justo antes de las elecciones de 2016. Pero ante la ley del estado de Nueva York eso, en sí mismo, no es un delito.

El fiscal Alvin Bragg asegura que Trump encubrió ese pago en los récords financieros de su negocio, algo que está clasificado como una ofensa menor. 

La falsificación de documentos financieros se convierte en una falta más grave cuando se hace para encubrir otro crimen. 

En este caso, de acuerdo con el fiscal, podría ser la violación de la ley de impuestos y la ley electoral.

Para algunos, al final, se trata de un caso de interferencia electoral, pues Trump intentó esconder información a los votantes.

Pero la fiscalía tendrá que probar que, al encubrir esos pagos, Trump tenía la intención de defraudar. ¿Cómo se prueba la intención? Ese será el reto principal.

La gran pregunta es: ¿qué impacto tendrá este juicio en las elecciones presidenciales de noviembre? Y, sobre todo, ¿cómo afectará esto, el primer juicio en la historia contra un expresidente, a la democracia de Estados Unidos?