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‘¿Quieres saber si estás con un patán?’ Mídelo a través del «patanómetro»

Hay quienes aseguran que un patán es una persona maleducada, sin modales, ruda o grosera. Sin embargo, el término de patán, créanme, va mucho más allá. De hecho, podrías conocer a más de un “malcriado” que no necesariamente es un patán.

¿Qué es un patán? Un patán es alguien que tiene conductas agresivas y reacciones que minimizan, anulan e invalidan la seguridad y autoestima de su pareja. El primer paso para detectar si estás o no con uno de ellos, es que analices las últimas discusiones que hayan tenido e identifiques cómo terminaste sintiéndote. ¿Equivocada, defectuosa, poca cosa, indefensa o sucia? Estos son sólo algunas de las sensaciones que se vuelven «comunes» después de grandes zafarranchos. 

Recuerdo un caso donde la esposa descubrió a su esposo poniéndole el cuerno con la secretaria. Naturalmente, ella se puso como histérica y adivinen qué le contestó el imbécil (y es piropo): “El día que te pongas así de buena como ella, hablamos.” O típico que le encuentran un mensaje en el celular y se hacen los dignos respondiendo: “Pues el que busca encuentra” Estos son claros ejemplos de lo que es un patán. ¿Puedes imaginar cómo terminan sintiéndose éstas mujeres ante tales reacciones de cinismo? 

‘¿Quieres saber si estás con un patán?’ Mídelo a través del «patanómetro»

Aquí hay un dato importante. Muchas mujeres necesitan confirmar el concepto que tienen de sí mismas a través de la opinión que el marido o la pareja tengan de ella. Cuando tienes un patán como pareja, obviamente la autoestima terminará del tamaño de una ficha de domino.  

Muchas personas se podrían preguntar por qué las mujeres permiten estos abusos. Entre el millón de respuestas posibles, hay una muy lamentable. Lo toleran por el síndrome de indefensión aprendida. ¿Qué es eso? Es cuando se anestesia el dolor emocional. En otras palabras, son tantos golpes que ya “ni sienten”. 

Para que puedas tener mayor certeza de si estás o no con un patán. Responde «sí o no» al siguiente PATANÓMETRO que diseñé para ti:  

1. ¿Le gusta sólo hablar de él y te ignora cuando hablas de ti?

2. ¿Tiene problemas con la mayoría de las personas? (En el trabajo, con la familia, los amigos, etc.)

3. Asegura que todos tienen la culpa menos él. 

4. Si las cosas no se hacen a su modo, mejor no se hacen y además te hace sentir una idiota. 

5. Invalida tus emociones con comentarios como: “Uchala, ¿otra vez estás triste? ¿Ya vas a empezar? ¿Ya vas a hacer tu ‹pancho›?”

6. Frecuentemente te preguntas “¿Cómo puedo ayudarlo?”

Si por lo menos a dos de los planteamientos respondiste sí, ¡abre los ojos! Hay una alta probabilidad de que estás con un patán. Naturalmente te estarás preguntando qué puedes hacer para “rescatarlo”, seré muy franco y directo: “¡NADA!” Sé que no es la respuesta que quieres escuchar y no se trata de entender si él es así porque le quitaron el chupón de chiquito o si sufrió abusos emocionales en su infancia. El comprender de dónde viene su comportamiento sólo te ayudará a darte cuenta que sus conductas no tienen nada que ver contigo, son temas de él. 

Sé que la decisión de tomar acción puede ser muy complicada, porque sabes perfectamente que el único camino es salir corriendo, pero te puedo asegurar que él no va a cambiar por ti, ni por nadie. Busca ayuda, enfócate en ti, en hacer un plan de acción para salvaguardarte y recuperar tu autoestima, no te digo que será fácil, pero te aseguro que valdrá la pena. Por último, recuerda que las relaciones buenas son para disfrutarlas y las malas para terminarlas. Así de simple. ¡Anótele! Nos leemos pronto. 

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Gerardo Moreno (Coach de Vida)