‘Mi pareja no quiere comprometerse’ ¿Qué hago?

¡Caramba! Este tema puede ser algo complejo porque lo que para una persona significa estar comprometido, para otra puede ser algo totalmente distinto. Sin embargo, podríamos estar todos de acuerdo que el comprometerse al final de cuentas es algo opcional y no una obligación; en otras palabras, si te obligan a comprometerte entonces no es un compromiso, sino una imposición. ¿Notas la diferencia?

El compromiso (independientemente del concepto individual de cada quien), es una decisión consciente. Hay dos palabras que acompañan al compromiso, ellas son intención y enfoque. La intención es la voluntad de estar en una relación porque para ti es el mejor lugar donde estar. El enfoque es decidir que esa relación es y será tu única fuente de “inversión romántica.” Los seres humanos por naturaleza somos ritualistas y muchas personas confunden el compromiso con los rituales (boda, vivir juntos, firmar ante un juez.) El compromiso va más allá de un anillo o una ceremonia. Como lo mencioné, el compromiso es una decisión individual, consciente y a voluntad. Efectivamente, en términos legales el matrimonio es un contrato entre dos personas respaldado por un marco legal, no obstante, este contrato no garantiza el éxito de la relación, de lo contrario no existirían los divorcios. 

¿De qué depende el compromiso en una relación de pareja?

Existen cuatro razones por las que una persona se comprometa voluntariamente a una relación, mismas que de no ser cumplidas podría poner en riesgo el vínculo entre los dos. 

1. Alta satisfacción. Que la relación sea fácil de entender y sobrellevar. Es decir, que fluya la mayor parte del tiempo sin perpetuar o hacer eternos los conflictos, discusiones o desacuerdos. 

2. Ofrenda sin sacrificio. Que cada uno ofrezca al otro algo que le sea muy valioso y que ello no le represente un sacrificio.

3. Bajas alternativas. Que habiendo buenas y mejores opciones, ya sea para cambiar de pareja o regresar a la soltería, se decida que nada es más gratificante que estar en esta relación. 

4. Alta inversión. Querer conservar los beneficios y privilegios obtenidos en la relación por la inversión de recursos y tiempo. 

De los cuatro puntos anteriores, el número dos es clave: ofrenda sin sacrifico. Por ejemplo, si para ti es muy importante la fidelidad y a tu pareja le es un calvario ser monógamo, entonces eventualmente se perderá la exclusividad. Llama mucho mi atención cuando escucho a personas que me preguntan: 

“Gerardo, no entiendo. Terminé con mi novio hace un año. Él me aseguraba que no quería comprometerse y casarse. Hace dos semanas se casó con una tipa con la que duró seis meses. ¿Puedes creerlo Gerardo? Por favor dime qué pasó”. 

Ya saben que yo soy un terapeuta muy franco y le contesté lo siguiente: “Él en ningún momento te mintió. No es que no se quería casar, simplemente no quería casarse contigo”. 

Dejémonos de inventar historias. Cuando alguien se quiere comprometer con alguien se nota y cuando no se quiere comprometer, se nota más. Necesitas tener muy claro qué es el compromiso para ti e identificar si tu concepto de compromiso encaja con el de tu pareja. No porque te guste el zapato, significa que es de tu talla. 

No se trata de que obligues a alguien a comprometerse contigo dándole un ultimátum o una fecha de expiración, de ser así, lo que estarás haciendo es obligar y someter. El compromiso es un camino que se construye y fortalece día a día. Siempre habrán más y mejores opciones y el compromiso es que aun habiéndolas, deciden seguir caminando juntos. 

Aunque una persona te jure y firme que siempre te amará, la realidad es que hay muchas cosas que pueden cambiar. El error no es que cambien, sino jurar que nunca van a hacerlo. Al final del día el compromiso es contigo. En una pareja lo importante no es pensar de la misma forma, pero si ver hacia el mismo punto. ¿Me expliqué? Nos leemos pronto y anótele. 

Agenda una cita en mi consultorio: (956) 560-2131. Sígueme en mi página oficial de Facebook: Coach Gerardo Moreno