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Historias de amor para contar

¿Has soñado un millón de veces con tu pedida de mano? Mira éstas, son muy románticas y originales.

AMOR DE LA MONTAÑA

Mónica Orezza y Gabriel Martínez.Historias de amor para contar

Una bonita historia de amor es la de Mónica Orezza y Gabriel Martínez, que el destino puso su plan perfecto al hacerlos que se conocieran en una excursión hacia el Cerro de la Silla.

Así empieza todo, una amiga de Mónica la invita a escalar el Cerro de la Silla sin saber que ahí conocería el amor de su vida. 

Gabriel era quien organizaba la excursión. Ella decide unirse al grupo de whatsApp para estar en contacto con los que asistirían a la excursión.

Ella recuerda que desde que lo vio sintió algo muy especial, se dio ese clic.

Al regresar de su viaje, deciden salir y su primera cita fue en una panadería orgánica y la segunda cita fue en casa con amigos y de ahí al antro; y desde que empezaron a salir juntos no han cortado.

El 26 de febrero del 2016 una amiga de ella le dice que tiene que tomarse fotos con su novio, que si la acompaña y quiere que sea un lugar donde nadie los moleste. Llegan al lugar y era una cabañita y a Mónica le encanta el lugar, porque tenía una vista impresionante del cerro de la silla.

Llegan a la cabaña, la amiga va al balcón y le dice: “ven, te quiero enseñar algo”, y ella entra de puntitas y ve que la cabaña estaba llena de velas, y de repente ve a Gabriel y piensa que cayó de sorpresa. Él se hincó y le dijo que se quería casarse con ella, y desde ese día están comprometidos y el 8 de abril unirán sus vidas por amor y continuarán su bella historia de amor juntos.

ENTREGA EL ANILLO EN UN ELEVADOR

Cuando cumplieron tres años de ser novios, Selene Levario y Ramiro de la Garza decidieron salir a festejar; él eligió un bar con vista a la ciudad, en Monterrey, Nuevo León, y cuando se llegó la hora de la reservación para ir a cenar se suben al elevador que los llevaría al bar, y ese fue el lugar en donde Ramiro le pregunta a ella: “¿Te quieres casar conmigo?”.

Ramiro sacó el anillo y permanecieron unos 10 minutos abrazados en el ascensor, con gran emoción, y aunque entraban personas al elevador ellos no se bajaban, seguían abrazados. 

Ellos eligieron el 6 de noviembre del 2010 para unir sus vidas en matrimonio.

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Selene Levario y Ramiro de la Garza

NUEVO AÑO, NUEVA VIDA

La historia de Paty OIiváres y César Álvarez inicia al darle él el anillo de compromiso un 31 de diciembre del año 2013, en casa de ella, cuenta Paty, fue una forma hermosa de recibir el 2014.

“Me puse de acuerdo con toda la familia de mi esposa, por lo que la cena de fin de año fue en casa de ella y cuando el reloj marcó las 12:00 horas, cada quien tomamos nuestra copa de Champagne para brindar. Cuando ella empieza a comerse las uvas, ve al final de la copa el anillo, es entonces cuando me hincó y le pido matrimonio; poco a poco fueron llegando todos nuestros amigos para celebrar este día tan especial”, cuenta César, quien agrega que llevó el  mariachi y siguió la fiesta hasta la mañana siguiente.

Ellos se casaron un 27 de noviembre del 2015.

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Paty OIiváres y César Álvarez. 

SIN TESTIGOS MÁS QUE SU AMOR

Elisa Garza de Paredes cuenta su historia de amor y cómo se comprometió con Mariano Paredes, su ahora esposo.

“Éramos mejores amigos, íbamos a todos lados juntos y pasados los años me di cuenta que sentía algo más por él y se lo comenté, (bien aventada yo), dije ‘Al toro por los cuernos’; y él me dijo, no Elisa, no te confundas, somos amigos nada más.

Pasaron algunos meses, nos separamos un tiempo y yo creo que fue en ese lapso donde se dio cuenta que yo era su otra mitad.

Él me hablo por teléfono para aclarar las cosas, quería platicar conmigo y decidí escucharlo, ese mismo día me dijo que yo era la mujer de su vida y que me veía como su esposa, el mismo día que se me declaró. Fue un 5 de marzo cuando me estaba haciendo un tratamiento en el pelo y me habla que si vamos a cenar y le dije ¿ahorita? Él contesta, “sí ahorita”. Pues total, me fui casi que con el pelo tieso, sin celular, sin cámara, a cara lavada porque él dijo que sería algo relax el asunto. Y nada el hombre me pidió matrimonio y salió regañado, le dije: “¿Qué te pasa? No traigo mi celular, ni mi cámara, no le puedo avisar a nadie”. Y me dijo, “eso era lo que quería, que no te las olieras si te llevaba a otro lado u organizaba algo, ya no sería sorpresa porque todo andas investigando”. Cenamos, no lo note nervioso, estaba tranquilo y seguro como siempre, así es que ni cuenta me di hasta que metió la mano al saco y tomó la cajita del anillo y me preguntó: “¿Te quieres casar conmigo?”, y obvio respondí que sí. Es un momento que solo queda en los gratos recuerdos de nuestra bella historia de amor que aún seguimos escribiendo”.

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Elisa Garza y Mariano Paredes.





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