Eterna grandeza

Majestuosa e icónica, así es Roma: una ciudad que los viajeros  han visto retratada en inspiradoras películas. No importa por  dónde se camine, sus calles presumen -además del ir y venir de  las Vespas- una colosal arquitectura, escaparates de moda, delicias culinarias y múltiples manifestaciones de arte.

• Ciudad de México

Coliseo Romano.

Toca al viajero descubrir la  historia que hay detrás de cada fachada, monumento, plaza y fuente. Obligado es mantener  los sentidos despiertos y calzar  zapatos cómodos para seguirle  el paso a las italianas e italianos  que andan con tanto garbo y enfatizan lo que su boca dice con el  parloteo de sus manos.

Fuente de Neptuno.

TESTIGO DE LA HISTORIA

Arte sacro en el Vaticano.

Para hablar de toda la grandeza de esta ciudad habría  que escribir libros enteros, pero, cuando vas de pisa y corre,  otros de los imperdibles son el  Panteón de Agripa o Panteón  de Roma, así como algunas de  las fuentes de la urbe: está la de  Neptuno, la del Moro, y la de los  Cuatro Ríos, en la Plaza Navona,  y la famosa Fontana di Trevi.  Al ver esta última, vienen a  la mente imágenes de La Dolce  Vita, de Federico Fellini.  De aquí no debes irte sin ponerte de espaldas a la fuente y  lanzar una moneda con la mano  izquierda en dirección hacia el  hombro derecho, mientras que  tu mano derecha reposa en tu  corazón.  

Dicen que si lanzas una moneda volverás a Roma; si arrojas  dos, hallarás el amor y si avientas  tres te casarás con quien amas.

IMPERDIBLE

Fuente de Trevi.

El Vaticano, oficialmente Estado de la Ciudad del Vaticano, ocupa un enclave dentro  de Roma y es hogar de la  Santa Sede. Hasta ahí llegan  miles de viajeros que desean  conocer la Basílica de San Pedro, la Capilla Sixtina, los Museos del Vaticano y todas las  obras que ahí se encuentran.