“XAVI” BÁEZ, 12 AÑOS DESPUÉS

El sonido del acordeón lo pone de buenas y como no si es del mero norte. Ya son más de 12 años fuera de casa pero Xavier Báez no se olvida de sus raíces, por eso le basta un poco de música para acordarse de Reynosa, la tierra que lo vio nacer. 

Uno de los mejores futbolistas que ha dado esta frontera se encuentra defendiendo los colores de una de las instituciones más grandes del futbol mexicano. Cruz Azul es el tercer equipo en la carrera de “Xavi”, una carrera que comenzó desde hace un buen rato, desde aquella tarde que tomó un autobús con destino a Guadalajara.   

“12 años fuera de mi casa, desde que partí de Reynosa, fue un 10 de octubre si mal no recuerdo desde esa fecha me fui hacia Guadalajara en donde viví 10 años, un año estuve en Toluca y ahora ya estoy cumpliendo otro año en Cruz Azul”, comenta con emoción el mediocampista tamaulipeco.  

El escudo de La Máquina tiene mucha historia y ocho estrellas que presumir. Báez lo observa con respeto y sabe que para dejar huella necesitan ese título que acabaría de una vez por todas con 17 años

de sequía.  

“Es un gran orgullo representar a esta institución, a esta camiseta de gran tradición en el futbol mexicano en donde han pasado grandes jugadores, estoy muy contento de ser parte de esta historia, obviamente tenemos que dejar huella y eso se hace con títulos entonces estamos trabajando para poder darle esa alegría a la afición y a la institución, quisiéramos dejarle muchas estrellas a este escudo pero hay que ir paso a paso”, expresa con seriedad.  

Justamente hoy, Báez y Cruz Azul comienzan la lucha por uno de los torneos más importantes a nivel internacional, la Copa Mundial de Clubes de FIFA Marruecos 2014, en la cual participan los campeones de las distintas confederaciones que existen.

A sus 27 años de edad apenas le está cayendo el veinte de lo que significa haber portado ya tres de las camisetas más importantes en México, Chivas, Toluca y Cruz Azul. También comparte la satisfacción que siente al ver que en su tierra lo empiezan a ver como un ejemplo.        

“Me emociona cuando puedo ir a Reynosa y ver que me han reconocido el trabajo que he hecho, eso es un gran valor para mi y eso me motiva a seguir haciendo las cosas de la mejor manera, quisiera invitar también a los jóvenes de Reynosa a que se unan y trabajen duro por lo que quieren, que los sueños se pueden lograr, yo empecé de niño y he trabajado muy duro pero al final he obtenido muchas recompensas que doy gracias a Dios por la oportunidad que me dio de jugar futbol, esperemos en unos años que podamos decir no sólo tres o cuatro jugadores de Reynosa sino 10, 15 o más y no sólo en el futbol sino en cualquier otro deporte”, dice Báez. 

En la cancha y fuera de ella, Xavier Báez se considera un jugador con más experiencia. 

“Ahora me siento con más seguridad dentro de la cancha, con los años van adquiriendo más experiencia, a parte me ha tocado convivir con muchos jugadores de gran nombre y con mucha trayectoria y he aprendido cosas que me han ayudado a crecer tanto personalmente como futbolisticamente”, reconoce el camiseta 21. 

Las instalaciones de “La Noria” se han convertido en su segundo hogar. Báez está disfrutando su estancia en Cruz Azul. Ha madurado como futbolista y también como persona pero sabe que nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo de su familia. 

“Siempre he estado muy agradecido y siempre se los he dicho de frente, que los quiero mucho, que han sido un gran apoyo para mi, que esta carrera que llevo todos los triunfos que he obtenido es gracias a ellos y que gracias a ellos estoy donde estoy, siempre he sentido el apoyo de mi papá de mi mamá, y especialmente de mi hermano, creo que el salir de Reynosa también nos hizo más unidos a los cuatro para ser una bonita familia, esperemos que podamos seguir muchos años juntos”. 

Rabat, Marruecos, marcará este sábado el debut del Cruz Azul en el Mundial de Clubes 2014 ante el Sydney Wanderers. “Xavi” está más lejos que nunca de casa pero su familia ya está allá para apoyarlo y acá, acá lo seguirán extrañando.