Vencen temor... y ‘sospechas’

Como ha sido desde el inicio en enero pasado con el proceso de vacunación anti-Covid en México, las opiniones se dividen, encienden y avivan un acalorado debate que prevalece, por un lado quienes visualizan la conveniencia de vacunarse y reducir el riesgo frente a la endémica pandemia y otros quienes deciden omitir la inmunización invocando desconfianza, temores e incluso ser blanco de planes conspirativos globales.

Minutos después de clarear el día, el quinto día en la jornada de vacunación en la ciudad de Reynosa que inició el pasado 9 de abril y concluirá el domingo 19. Don Julio Ortega sentado cómodamente en el asiento trasero de la camioneta van conducida por su hijo, se pone un poco nervioso conforme avanza la fila de espera ‘’drive trhu’’ en el Parque Cultural de Reynosa.

Presume al reportero de EL MAÑANA haberse realizado unos exámenes de laboratorio y haber salido “muy bien”.

Mientras avanzan los autos en la línea, su temple juega con su ánimo y pareciera por momentos de dudar de su decisión de vacunarse, pero al final resignado prosigue la espera, poco a poco agudiza la vista y al fondo de observa las carpas en el área de estacionamiento, en donde personal médico y auxiliar aplican las dosis de vacuna Pfizer.

Don Julio llega al final de su espera y en instantes que le parecen eternos, la enfermera aplica rápidamente la vacuna, sin dejar de mirar la jeringa el añoso hombre responde a la pregunta sobre el biológico recibido en su brazo izquierdo: 

“Si no me muero, entonces es una buena vacuna”.

Y así un testimonio más que abona a la polémica en torno a la vacuna que se aplica desde hace cinco días en Reynosa: Pfizer, la mejor en el mercado.

SIN REPORTES

Hasta ahora no hay incidentes reportados, reacciones alérgicas o episodios que comprometan la vacuna. A los inmunizados se les pide realizar una espera de media para descartar “sorpresas” inesperadas.

Pasado los minutos, se pide entonces a las personas retirarse y continuar su día.

Empero, hay quienes más desde las redes sociales y charlas grupales con amigos, inician el juicio inquisitorio contra las vacunas anti Covid (todas el laboratorio que las elabora, es lo de menos). La crítica se centra en que “alguien” dijo o compartió que tras vacunarse murió, sin que haya certeza de los dichos o sean historias que se desperdigan por el internet a manera de juicio sumario contra las vacunas.

La desconfianza y escepticismo se funda en teorías de toda clase que la vacuna “no sirve”, “es un engaño de implantan un chip”, es un control de la sobrepoblación humana, nuevo orden mundial, en fin la imaginación se desborda y al final el culpable sin derecho a defensa es la vacuna.