Vecinos están ya hartos por ruido del ferrocarril
Aseguran que si pudieran se cambiarían de vivienda
Laredo, Tx.
Aunque ya debería estar acostumbrada al ruido de las máquinas, lo cierto es que el intenso ruido le molesta cada vez más al grado de que si pudiera, se cambiaría de casa.
Su vivienda se localiza por la avenida Santa Rita, al oeste de Laredo y todos los días sin falta, el molesto pito del tren se encarga de recordarle que mientras viva en ese lugar, tendrá que soportar el paso de los vagones de acero.
“Me gustaría que un miembro del gobierno municipal viviera por aquí para que sienta lo que es no poder dormir o ir a tomar una siesta a gusto”, dijo en tono molesto.
Un estudio preliminar de una compañía contratada para implementar zonas de silencio en la ciudad, determinó que las máquinas del tren pitan 2 mil 048 veces cada día al pasar por los vecindarios de Laredo.
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En el municipio hay 32 intersecciones ferroviarias por donde pasan en promedio 16 trenes diarios, ocho cruzan durante el día y los otros ocho durante la noche, provocando un intenso ruido a su paso entre los vecindarios.
Para los vecinos afectados por el problema, la mala noticia es que se espera un aumento de un 10 a un 15 por ciento en el movimiento de carga por tren, incremento provocado por el creciente envío de autopartes, motores y partes electrónicas por este puerto hacia diferentes puntos de México y viceversa.
“Nosotros estamos conscientes que tenemos que pagar por este desarrollo pero creo que el municipio debería hacer un poco más por aliviar el problema, la solución ideal sería sacar los trenes de la ciudad pero al menos las zonas de silencio nos ayudarían un poco”, dijo Ramírez.
Ella indicó que la molestia del paso del tren no le da descanso ya que no sólo pasa y pita de lunes a viernes sino también los sábados y domingos, por la mañana y por la noche. La mujer vive con su esposo y dos hijos.
“Deberíamos estar acostumbrados pero es difícil vivir a diario con este ruido que no deja descansar a gusto y que llega hasta todos los rincones de la casa, ni en el baño se salva uno de ser molestado”, afirmó.
Y mientras las molestias para los vecinos afectados por el tren van en aumento, el estudio de factibilidad para instalar zonas de silencio que prohíban a las compañías ferroviarias pitar con sus máquinas, sigue elaborándose sin una fecha para terminarlo.
MILLONARIA INVERSIÓN
Un reporte preliminar indicó que se requiere de una inversión de 2.3 millones de dólares para instalar ocho brazos o plumas de seguridad en igual número de cruceros ferroviarios, donde se prohibiría que las máquinas piten.