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Una enfermera en la recámara de Peña

Una cama pequeña junto a una ventana con balcón espera todas las mañanas a la enfermera María de los Ángeles Ojeda después de una jornada nocturna, de 12 horas continuas, en la primera línea de batalla contra el Covid-19 en el Centro Médico Nacional La Raza del IMSS

CIUDAD DE MÉXICO

Una enfermera en la recámara de Peña

"La casa está muy bonita. Obviamente los muebles no son los que estaban antes, ni las camas. Son camas chiquitas, pero están muy cómodas", celebra.

"Está muy cómodo. Nos consienten mucho". Con tres comidas al día, servicio de lavandería y sanitización del cuarto, Ojeda y el resto del personal médico de Los Pinos pueden tener un respiro de la extenuante batalla contra el Covid que ya ha cobrado 55 mil vidas en México. "Como que baja y otra vez sube", dice la enfermera sobre el control de la epidemia. "En mi servicio, en Neumología, ahorita estoy de encargada, tenemos 16 camas y ayer (el 6 de agosto) teníamos las 16 ocupadas con 7 apoyos ventilatorios".



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