Un sexto sentido la salvó de ser asesinada a tiros

Laredo, Tx.- Erika Peña no le tembló ni la voz, ni el brazo, ni la mano, para decirles a todos en la corte, cómo fue que Juan David Ortiz, le apuntó con su pistola negra (arma de cargo del Supervisor de la Patrulla Fronteriza), pues la iba a matar, como lo hizo con al menos cuatro mujeres, dos antes y dos después de que ella salvase su vida, gracias a una advertencia inexplicable, un sexto sentido misterioso, algo enigmático.

Iban en la camioneta de él, con rumbo a la carretera interestatal 35, lugar donde mató y arrojó los cuerpos de las víctimas (Melisa, Claudine, Griselda y Janelle) a las que les disparó en la cabeza y en el torso.

Solo que Erika trae “estrella”, algo indescifrable, pues “una voz masculina” se metió en el cerebro intoxicado o la conciencia drogada de esta mujer de 27 años de edad, quien minutos antes se había vomitado y se sentía muy mal, después de inyectarse heroína y fumar crack o piedra de cocaína.

Peña, madre de un chiquitín de 4 años, explicó a los presentes en la Corte de Distrito 406, como fue que ella pensó que sería ejecutada esa noche, como fue que sintió que ese día no era igual al de todos en su vida, es decir, que no era una jornada como todas, donde solía drogarse desde la mañana, salir a prostituirse en la avenida San Bernardo, para obtener decenas, cientos de dólares, con que comprar narcóticos para seguir intoxicándose, hasta la madrugada o hasta cuando fuera posible.

‘En un alto de Bob Bullock me bajé en puro brassiere y corrí’

En la Dodge Ram “pick up”, color blanco, cuatro puertas, quedó la blusa floreada de Erika, la cual ella se despojó o el agente federal le arrancó pues la tenía sujetada con los dos brazos, incluso con la mano armada.

“Abrí la puerta, hacíamos alto en el semáforo de Bob Bullock e International, veníamos de su casa, me bajé en puro brassiere, corrí a la tienda, el Trooper (agente del DPS de Texas) estaba cargando gasolina y le dije lo ocurrido, yo estaba histérica”.

Esa madrugada del 15 de septiembre de 2015, en la camioneta de él, fueron encontrados la blusa, el bolso de mano y demás pocas pertenencias de ella, tal vez algo de droga o parafernalia que la chica adicta siempre lleva, pues el agente de la Patrulla Fronteriza, Juan David Ortiz, esa anoche le llevo a comprar “chiva” y “roca” (heroína y piedra de cocina).

¿Fue Erika Peña salvada por Dios, por quién o qué? recordar que estaba drogada o tenía tóxicos en su organismo, mismos que le hicieron vomitarse y estaba a merced de un hombre con un historial de ocho años como miembro de la Naval de Estados Unidos, con condecoraciones incluso por manejo de armas de fuego y nueve años en la Patrulla Fronteriza, escalando posiciones hasta supervisor.

Erika Peña salvó la vida gracias a no se sabe qué, pues Juan David Ortiz le presionaba el pecho con el cañón de su pistola negra de cargo.

MULTIASESINO. Juan David Ortiz, supervisor de la Patrulla Fronteriza, durante el juicio.