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Un poco de historia

Tratado de Guadalupe Hidalgo, donde México pierde más de la mitad de su territorio

El 2 de febrero de 1848, se firmó el Tratado de Guadalupe Hidalgo por el que termina la guerra de Estados Unidos contra México (1846-1848), y por el que nuestro país es despojado de más de la mitad de su territorio, 2.4 millones de kilómetros cuadrados y se reconoce la perdida de Texas.

IMPORTANTE. Batalla de la Angostura, al sur de la ciudad de Saltillo. 22 y 23 de febrero de 1847. Cuando los norteamericanos sentían que la habían perdido, Santa Anna, a pesar de algunos de sus generales, ordena la retirada a San Luis Potosí.Un poco de historia

México tuvo que ceder los territorios de Nuevo México y Alta California, que al anexarlos Estados Unidos de América, formaron los actuales estados de California, Arizona, Nevada, Utah, parte de Colorado, Nuevo México y Wyoming.

El Tratado se firmó en la Villa de Guadalupe Hidalgo, en las orillas del lago de Texcoco, cerca de la ciudad de México. Se acordó una indemnización de 15 millones de pesos, de la que sólo se entregó una parte, obligándose a México a pagar una indemnización de hasta 3 millones de pesos por daños a ciudadanos norteamericanos durante la injusta guerra. Así mismo, a que ambos países contribuyeran a combatir a los grupos indígenas que trataran de recuperar sus tierras.

Termino el Tratado la invasión norteamericana a México, la guerra más injusta en la historia mundial y por la que un país es despojado de tanto territorio. México fue víctima de la doctrina del Destino Manifiesto y el expansionismo norteamericano.

Desde que Texas se anexó a los Estados Unidos, este país reclamo, arbitrariamente, que su frontera del sur llegaba hasta el Río Bravo o Río Grande y México argumentaba con documentos y antecedentes históricos que el límite fronterizo era el Río Nueces.  

EL PRETEXTO

El pretexto de los Estados Unidos para iniciar la invasión, fue un incidente menor en Carricitos, el que fue aprovechado por el presidente norteamericano para solicitar al congreso aprobara la declaración de guerra y la autorización de recursos económicos y contratación de militares.

La difícil situación económica de México y la división de la clase política, dominada por militares, con el liderazgo corrupto y sin ideología del general Antonio López de Santa Anna, y sobre todo la ambición norteamericana llevaron al peor desenlace de los múltiples conflictos que vivió México en los primeros años de su vida independiente.

Personajes como el doctor Miguel Ramos Arizpe y el general Manuel Mier Iteran, entre muchos otros, señalaron la falta de atención y de colonización de mexicanos, incluso de extranjeros con permisos para colonizar tan vastos territorios.

Texas se separó de México desde 1835, en que se abrogó el régimen federal y se estableció el régimen centralista o unitario, en el que los estados libres y soberanos se transformaron en departamentos, teniendo la ciudad de México, como capital de la República, la concentración de funciones.

De 1835 a 1847 tuvimos un régimen centralista o unitario, sostenido por los conservadores, el alto clero y militares, que aprovecharon la figura protagónica del Gral. Antonio López de Santa Aana. En este aciago periodo de nuestra historia, de gran inestabilidad y división, perdimos Texas, fuimos invadidos por los Estados Unidos y se perdió la mayor parte del territorio nacional. En 1854 Santa Aana vende la Mesilla por la que tampoco E.U.A. paga la cantidad pactada.

EL PROTAGONISTA

Desde 1833, en que fue electo por primera vez presidente de México, hasta 1854 en el que la revolución de Ayutla termina con su dictadura, Santa Aana fue el Principal protagonista de la política nacional. Once veces ocupo la presidencia de la república, que sumando los periodos no se completan seis años pero cuya perniciosa influencia fue de más de 20 años, comprendiendo el periodo en que fue mutilado nuestro territorio.

Santa Anna sin una definición ideológica, estuvo a favor del imperio, luego de la republica contra el imperio, de la República federal contra el centralismo y sobretodo, de la republica centralista contra la federal, para terminar como dictador. Tal pareciera que el país fue de un solo hombre, cuya carismática y nefasta gestión, protagonizo el tiempo más negativo en la evolución histórica de nuestro país.

Efemérides como estas, no deben olvidarse, a fin de fortalecer la conciencia histórica de los mexicanos, necesaria para una conciencia social, que nos permita construir una ciudadanía más informada, critica y participativa que nos permita valorar las instituciones públicas que hoy tenemos y construir juntos un mejor porvenir, con una sociedad más libre, democrática y justa.

sergioresendiz2015@gmail.com

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ASÍ QUEDA. México tras el Tratado de Guadalupe Hidalgo





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