Un muro en el Met

Cuando el público visite el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met) tras su reapertura, encontrará una enorme instalación que reflexiona sobre las divisiones: "Lattice Detour", del artista mexicano Héctor Zamora.

Es un muro curveado de 30 metros de largo por tres de alto construido con mil 740 ladrillos de terracota fabricados en Monterrey por la empresa Ladrillera Mecanizada.

Se trata de la octava pieza comisionada por el museo para el Roof Garden, con la curaduría de Iria Candela.

El espacio abierto ofrece al público una vista hacia el Central Park, pero la instalación de sitio específico ahora obstruye el paisaje, al mismo tiempo que lo muestra a través de los huecos de cada ladrillo.

"El muro al final siempre lo relacionamos con una cuestión sólida, rígida, infranqueable, al final es una barrera", expresó el artista en entrevista.

DESAFIANTE

"Lo que busca es a partir de este gesto desafiante, provocar al público para reflexionar mucho sobre el concepto del muro y lo que significa en un espacio donde la prioridad es la vista".

Aunque para el artista no es el eje principal, la obra también se puede vincular con el polémico muro para frenar el cruce migratorio, del Presidente estadounidense Donald Trump.

"Es una interpretación que surge sin ser una de las prioridades de la obra. Con la relación de México y Estados Unidos, la relación con Trump, el muro se inserta y abraza también ese significado", dijo.

Los albañiles que construyeron la instalación en el Met son migrantes latinoamericanos, señaló el artista, y por lo menos dos son mexicanos. Además, los ladrillos de barro fueron elaborados con tierra mexicana.

"Es muy simbólico que el muro todavía sin construir cruzó el muro (fronterizo)", relacionó.

- ¿Cuál es tu papel como artista ante los sucesos políticos?

"Siendo un ciudadano de mi País y del mundo, es una manera de colaborar, de expresar algo que es importante reflexionar públicamente. Y a través de mi trabajo, tocar esos temas, ponerlos en el dominio público y ver qué se puede generar. Es casi un deber cívico que tenemos y desde siempre ha tocado mi trabajo".

En el interior del museo, las obras tienen condiciones controladas de temperatura y humedad, pero la instalación está expuesta al clima exterior, contrastó el artista.

También reta a los asistentes.

"Los confronto directamente con un lenguaje plural que no discrimina al público, un diálogo, un cruce de la vista, la pieza se va más allá del muro del museo y comienza a dialogar con la ciudad".

RETO EN LADRILLO

"Lattice Detour" es la segunda colaboración de Ladrillera Mecanizada con el artista. La empresa colaboró con él para "Uma Boa Ordem", remake de la instalación originalmente presentada en la Bienal de Sao Paulo, en el 2006. Era un laberinto de celosía ubicado al salir de la expo.

Para "Lattice Detour", Zamora visitó la fabrica, eligió uno de los ladrillos del catálogo y les pidió modificarlo, explicó Jacob Villarreal, director comercial.

Uno de los cambios fue que cada ladrillo se fabricó con un espacio vacío al centro. Aunque su uso normal es para muros sólidos, Zamora volteó el ladrillo para usarlo como celosía.

"Héctor es un artista, pero en realidad es como un arquitecto, tiene sus planos y trabajamos sobre ellos, nos pasó las geometrías y los cortes que él quería. Nos reta", contó Villarreal.

EN PARÍS

Al mismo tiempo que su obra se exhibe en el Met, Zamora presenta "Zig Zag" en la explanada La Défense en París, dentro de la tercera muestra al aire libre "Les Extatiques", que también coincidió con la reapertura en Francia tras la contingencia, y que estará de junio a octubre.

Fue producida durante el periodo de la contingencia y es una experiencia arquitectónica que juega con la luz y el espacio a su alrededor.