¡Un domingo muy padre!

El histórico triunfo de México sobre Alemania se convirtió en el mejor regalo del Día del Padre para Blas Pérez Ramírez ya que pudo disfrutarlo con sus seres queridos y eso no lo cambia por nada.  

“No pudo haber sido mejor el festejo del día del padre con el triunfo de mi selección mexicana y con el almuerzo que me organizó mi señora con algunos amigos aquí en casa, estoy feliz de la vida”, comentó con mucha emoción tras consumarse el 1-0.  

-¿Qué significa para ti ser papá? 

“Es lo mejor que me ha pasado en la vida, es algo que no cambio por nada, es una dicha, algo indescriptible, es lo mejor que puede experimentar un hombre, ser papá es una experiencia inolvidable”.

Su esposa, Norma Flores de Pérez y su pequeña hija Avril Anabela, se encargaron de consentirlo a pesar de no ser tan futboleras como él.  

“Yo soy futbolero mil por ciento, soy Águila de corazón, mi señora no es muy aficionada, pero cuando se trata de estos momentos claro que me apoya y anda con la camiseta bien puesta, ella y mi hija”, manifestó.  

Regresando al tema del partido, Blas aplaudió el debut del TRI y aseguró que llegarán más lejos de lo que todos los mexicanos esperamos.    

“Lo que hizo México fue ejemplar, sobre todo el primer tiempo, fueron casi perfectos, deja algunas dudas en los cambios que se hicieron y por eso nos apedrearon el rancho, pero se consiguió el triunfo que era lo importante, se le ganó al campeón del mundo, se voltearon los papeles y yo los veo en cuartos de final o hasta en semifinales, ¡Viva México!”. 

-¿Qué les dices a todos los papás en este día especial?

“A todos los papás les deseo un feliz día, disfruten cada minuto y cada segundo, cada momento con sus hijos y su esposa, aprovechen este día que es único en el año. 

Tuve la dicha de tener a mi papá 19 años, lo perdí, pero hasta la fecha soy lo que soy por mi padre, estoy orgulloso de mi padre y claro que lo extraño, donde quiera que esté mi viejo, le mando un abrazo, ha de estar festejando también el triunfo de la selección”.  

Éste domingo no le tocó prender el carbón ni lavar los platos, simplemente disfrutó de un día del padre que quedará grabado en su memoria y en la de todos los mexicanos.