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“Todos estamos inconformes, casi siempre, con el seleccionador de México”

Enrique Meza, exentrenador del Tri, reflexiona sobre su papel como caza talentos del fútbol mexicano

Enrique Meza no habla, alecciona. Lo hace con los futbolistas, con los periodistas, con el jardinero. Su trato apacible le ha valido para ser uno de los personajes más queridos del fútbol mexicano. “Si les puedo ayudar a que sus hábitos se mejoren por la experiencia que tengo me voy a sentir contento”, explica sentado en una banca en el estadio Cuauhtémoc con la intención de sortear el sol de mediodía.

Foto: EL PAÍS.“Todos estamos inconformes, casi siempre, con el seleccionador de México”

Uno de los últimos fue Lozano, la principal figura de México para el Mundial. A los 18 años se estrenó en el estadio Azteca frente al América. Una presentación despampanante al entrar al campo y marcar el gol de la victoria para el Pachuca. “A Hirving lo conocí poco tiempo antes de que él pudiera jugar. Puse un poco de atención y lo vi entrenar, desde ese momento desequilibraba mucho. Tiene una velocidad muy grande, arranca y frena con mucha facilidad”, describe del chico que maravilló al PSV Eindhoven.

Meza, antes de debutar a Lozano en 2014, le pidió algo: “tienes que cuidarte, compórtate y no te preocupes tanto por el resultado de ese día, pero si yo me entero que hablaste con tu familia y les contaste que vas a jugar… ¡Ya no te meto!”. A cada uno de sus pupilos le lanzó esa advertencia y ninguno le falló. “Necesito que ellos hagan lo que yo les pido porque hay ocasiones en las que se les llena la cabeza de cosas y ahí se meten en problemas porque a veces los debuts no son tan afortunados, a veces los confundan”, explica mientras se resguarda del sol.

“Hirving hará un gran Mundial. Mucho no le enseñé, él ya estaba muy cocinado, muy hecho. Tiene una agresividad natural que a veces se le pasa y eso es lo que hay que estarle regulando. Se equivoca cuando tira un manotazo, pero como le pegan tanto, los oponentes le entran muy fuerte. Él tiene que mesurarse para no caer en el engaño”, refiere Meza con parsimonia.

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Lozano, uno de los grandes pupilos de Meza. 

Otro de sus aprendices fue Javier Aquino, exjugador del Rayo y del Villarreal. “Me hubiera gustado que se quedara más tiempo en Europa, pero no es tarde. La velocidad que tiene es algo muy interesante: te enseñan a correr, pero nació veloz. Quiero pensar que el Mundial que viene será el nuestro”, analiza el Ojitos, como le han llaman por su fina mirada.

Meza fue seleccionador de México por un año: del 2000 al 2001. De 20 partidos perdió 11, ganó cinco y empató cuatro. Eso enredó la clasificación del país para el Mundial de Corea y Japón. “Llegué con mucha ilusión, yo no pedí la selección, me la dieron. Hablé con Manolo Lapuente [su antecesor] para que siguiera, pero me dijo que no. Cuando me fui fue doloroso, México entero quería que me la quitaran”, explica.

“Todos estamos inconformes, casi siempre, con el seleccionador nacional. Quisiéramos que no se equivocara nunca. Al señor Osorio lo trajo México para que fuera al Mundial y esta vez fuimos con menos sobresaltos que en otras ocasiones. Esperemos que todo salga muy bien para que vayan no por su quinto partido, sino a su sexto”, opina uno de los estrategas por su larga trayectoria en la Liga mexicana.

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-¿Regresaría a trabajar con la Federación Mexicana?

- No lo sé. Voy a cumplir 52 años de profesional. Estoy muy contento de tener esa antigüedad y aun cuando me veo en el espejo y veo que han pasado los años. Medianamente he cumplido con un cometido. Ya vi muchas tragedias, tengo la oportunidad de estarles diciendo en qué se deben cuidar - comenta.

En la repisa de su hogar tiene cuatro trofeos de la Liga mexicana y una Copa Sudamericana, el mayor logro de un club mexicano a manera internacional. La obtuvo con Pachuca en 2006. Meza repasa de memoria cada uno de sus jugadores: “Miguelito Calero, Leobardo, Aquivaldo, Salazar, Marvin, Caballero, Correa, Chaco, Gerardo, Cacho, Chivita, Damián… Hicimos un equipo que jugaba muy bien. El mexicano se crece en esas competencias”, dice Enrique Meza, pero los dirigentes de su país han rechazado jugar la Copa Libertadores y la Copa América. “No entiendo bien cuál sea el motivo. Me parece que dimos un pasito para atrás”, considera el Ojitos, el profesor, el tutor de todos en el fútbol de México quien le da las últimas lecciones al jugador del mañana.

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Foto: EL PAÍS




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