Todo se lo debe... al boxeo
El medallista en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 obtuvo además de la presea, estudios, trabajo en gobierno y ahora tiene salón de eventos
El boxeo profesional no era su meta, pero incursionó en él para probar suerte, y así Cristian Bejarano obtuvo su primer trabajo luego de haber sido medallista de bronce en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.
Pero su carrera en el boxeo de paga duró poco, no por falta de técnica sino porque desde siempre tuvo la consigna de cursar una carrera universitaria y ejercerla. Y gracias a su preparación y un empujoncito de autoridades de su natal Chihuahua, llegó a la administración pública, primero Estatal y luego a nivel Federal.
“Inicié con un trabajo en un municipio en Chihuahua y luego llegué al ISSSTE a una jefatura de deporte a nivel federal y trabajé en la Ciudad de México, pero regresé a Chihuahua a trabajar en otro municipio”, reseña Bejarano, quien se ha desempeñado también como maestro de Educación Física.
Pero la falta de seguridad que acompaña a un empleo en el gobierno cuando no se tiene la base lo orillaron a buscar otras opciones, y por eso desde hace unos meses emprendió junto con sus esposa lo que será su negocio propio, un salón de eventos sociales.
¿Siempre quisiste ser profesional?
Fue sólo por probar porque mi objetivo fue llegar a unos Juegos Olímpicos. Siempre me visualicé así. Mi abuelo era mi entrenador y siempre me inculcaba los Juegos, y cada cuatro años estábamos pegados a la televisión viendo las competencias cuando estaba un mexicano. Tras ser medallista me llegaron ofertas (para pelear) y aproveché una, aunque sólo fueron 15 peleas.
Cuándo decides retirarte, ¿cómo percibías tu futuro?
Yo siempre lo tuve muy claro, quería estudiar, prepararme y algunas autoridades de Chihuahua, con las que tuve oportunidad de estar, como el Gobernador de entonces me preguntó que quería estudiar y le dije que Educación Física y me ayudó con el Rector (de la Universidad Autónoma de Chihuahua) para poder entrar, pero no fue fácil porque tenía que hacer un examen.
¿Por qué maestro de educación física y no entrenador o montar tu gimnasio?
Sí me gustaría (ser entrenador) pero soy medio desesperado, no tengo mucho la pedagogía para serlo. Pero tarde o temprano voy a tener mi gimnasio. Aquí en Chihuahua hay uno muy bonito que tiene mi nombre, pero no es mío y me han invitado a que vaya a entrenar, pero he estado más metido en la administración deportiva.
¿No se extrañan entonces los golpes de entrenamiento y de peleas?
Sí, de alguna manera. Hay funciones de box y voy, y el olor de la piel de los guantes es una adrenalina diferente; sin embargo, lo he asimilado. Cerca de donde vivo hay algunos gimnasios y de pronto voy y practico un rato ahí, pero no tanto por extrañar sino por esa sensación de boxeador.
Tengo un primo que le gusta la tecnología y ha sacado algunas de mis peleas, y se las mostró a mi hijo y se sorprendió, como que le llama la atención, aunque no le gusta el boxeo, pero me pregunta cómo son unos Juegos Olímpicos y le platico.
¿Alguno de tus hijos te emulará como seleccionado olímpico?
Tengo tres hijos, una de 18, un niño de 12 y otra nena de 10 años. A mi hija pequeña le gusta el deporte y hace gimnasia. (Pero) no le gusta el boxeo y, la verdad, es que mejor porque no me gustarían que fueran boxeadores, los golpes son muy duros y es una disciplina de mucha exigencia para ser un verdadero boxeador... es difícil la carrera de un boxeador.
¿Te quedaron secuelas de algún combate?
Alguna vez se me abrió la ceja, y cosas así, pero no tengo ninguna lesión grave. Nada de eso Gracias a Dios, tenía muy buena técnica y pocas veces salí golpeado.
¿Cómo ves al boxeo mexicano actual?
Creo que en México hay una muy buena camada de boxeadores, pero como siempre, los apoyos y desajustes en cada cambio de administración, pues vienen los problemas, falta de apoyo para las giras que es donde se puede adquirir la experiencia y llegar a unos Juegos Olímpicos en plenitud.
