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Del trato especial a la tragedia

Las temperaturas habían subido a 39.4 grados centígrados esa tarde, pero los socorristas no encontraron agua ni aire acondicionado dentro del camión

SAN ANTONIO, Texas

En México, los familiares de ls migrantes fallecidos, lloran desconsoladamente.Del trato especial a la tragedia

“Diles a mis hijos que los amo y que si logro pasar todo será muy diferente”, recordó González que dijo López.

Al día siguiente, Ortega, todavía en la casa de seguridad de Texas, le dijo a su mamá que estaba empezando a preocuparse por la cantidad de inmigrantes que llegaban.

“Ya somos un chingo”, escribió. Entonces cesó la comunicación.

A las 14:50 horas del 27 de junio, un camión de carga de 18 ruedas con una cabina Volvo roja de 1995 atravesó un puesto de control del Gobierno estadounidense, cerca de Encinal, Texas, unos 65 kilómetros al norte de Laredo.

Antes de las seis de la tarde, un trabajador en un área industrial en las afueras de San Antonio escuchó un grito de auxilio, el cual siguió hasta un tráiler abandonado junto a una carretera, según funcionarios locales.

Las puertas parcialmente abiertas del tráiler revelaron montones de cuerpos calientes al tacto, dijeron las autoridades. Otros cuerpos fueron encontrados esparcidos por el suelo y en la maleza cercana.

Las temperaturas en San Antonio habían subido a 39.4 grados centígrados esa tarde, pero los socorristas no encontraron agua ni aire acondicionado dentro del camión.

El conteo de muertes finalmente llegó a 53, incluidos 26 mexicanos, 21 guatemaltecos y seis hondureños. 

Durante más de una semana, los traficantes de López alimentaron las esperanzas de su familiar de que todavía estaba vivo hasta que Adriana González identificó el cuerpo de su esposo a través de fotografías el 5 de julio.

Rafaela Álvarez, temiendo lo peor, llamó a los contrabandistas de Ortega más de 30 veces para tratar de confirmar que su hijo estaba vivo. Bloquearon su número.

Cuando Álvarez viajó a San Antonio para identificar el cuerpo de Ortega, era la primera vez que veía a su hijo desde 2014. Su bebé nacerá a finales de diciembre.

FINCAN CARGOS A 4 PERSONAS

La Policía encontró al presunto conductor escondido cerca de las víctimas, presuntamente bajo los efectos de metanfetamina.

Un jurado estadounidense acusó a cuatro hombres de cargos relacionados con el incidente, que van desde posesión ilegal de armas de fuego hasta contrabando, que podrían ser punibles con cadena perpetua o la pena de muerte.



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