A prueba, resonancia del aborto entre votantes demócratas

Cuando el Dr. Héctor González llegó a Laredo, Texas, en 2001, la última clínica de abortos ya había cerrado. Pasó los siguientes 20 años experimentando de primera mano el lado que solía tomar la comunidad mayoritariamente hispana y fuertemente católica a lo largo de la frontera con México.

Esa cultura ha ayudado a proteger al congresista de nueve mandatos de la región, Henry Cuellar, quien es uno de los últimos demócratas antiaborto en el Congreso. Pero enfrenta el desafío más difícil de su carrera este martes en una segunda vuelta electoral contra su rival progresista Jessica Cisneros, una abogada de inmigración de 28 años que apoya el acceso al aborto.

Con la Corte Suprema de EU lista para anular potencialmente el derecho al aborto en un fallo este verano, la segunda vuelta está siendo observada de cerca en busca de pistas sobre si el tema animará a los votantes demócratas.

Una infusión de dinero que grupos externos han derramado sobre el terreno y a través de la televisión en el sur de Texas es un indicador de una carrera importante, con defensores del derecho al aborto tratando de reducir las expectativas sobre implicaciones más amplias.

“Las tendencias nacionales no las establece una elección ni las determina una elección”, dijo Laphonza Butler, presidenta de Emily’s List, que respalda a las mujeres que apoyan el derecho al aborto y ha respaldado a Cisneros.