Tercer paro en Nicaragua
Septiembre 08, 2018 -
Los opositores piden libertad de presos, el diálogo y paz
Las actividades en Nicaragua se encuentran paralizadas, en el tercer paro nacional que se realiza en el país desde que se iniciaron hace cuatro meses las protestas contra el presidente Daniel Ortega, por lo que las calles lucen semidesérticas.
El paro comenzó al primer minuto de este viernes y fue convocado por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que agrupa a representantes de estudiantes, campesinos, comerciantes, empresarios y otros grupos sociales en la actual crisis sociopolítica.
Las calles amanecieron casi vacías de peatones y la mayoría de los centros comerciales, mercados, bancos y gasolineras permanecieron cerrados, mientras que la afluencia de todo tipo de vehículos, principalmente autobuses de transporte público, se mantuvo constante aunque reducida.
En Managua, la capital del país, Masaya, Granada, Jinotepe, Diriamba, Siuna y Rivas, se observó circulación vehicular aunque menor a la habitual, mientras que en algunos colegios públicos tuvieron clases normales, en otros se suspendieron por falta de estudiantes. Las escuelas privadas estuvieron cerradas.
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El objetivo de esta medida de protesta es exigir al gobierno de Ortega y su esposa, Rosario Murillo, la liberación de los presos políticos, como se considera a todas las personas que han sido detenidas por participar o apoyar las protestas, que las retienen ilegalmente y luego las acusan por cargos de terrorismo.
Además, se busca presionar a Ortega para que reanude el Diálogo Nacional que fue establecido al inicio del conflicto para tratar de encontrar una solución con la mediación de los obispos de la Conferencia Episcopal Nicaragüense (CEN), pero que está suspendido.
También exigir al gobierno que ponga fin a la represión, la persecución y la violencia, así como la desaparición de los grupos paramilitares armados, para solucionar una crisis que ha dejado más de 400 muertos y vuelvan a Nicaragua la paz, la estabilidad, libertad y democracia.
Aunque en algunas zonas del país se registró una fuerte presencia de policías y agentes antimotines, no se han reportado incidentes violentos hasta el momento.