Tejón, transmisor de rabia a perros y gatos en Yucatán

Mérida

El coordinador del Programa de Zoonosis de la Secretaría de Salud de Yucatán (SSY), Daly Gabino Martínez Ortiz, expuso que aun cuando la incidencia de casos de rabia es reducida en la entidad, la idea es prolongar, como sucede desde hace 17 años, la baja de episodios a cero en el número de humanos con rabia.

En entrevista, expuso que en los últimos tres años, los reportes de casos de rabia en perro suman cuatro, y todos los casos están asociados a ataques de animales silvestres, "en específico hablamos de tejones".

Con base a los análisis, explicó que otro animal asociado al contagio de la rabia son los zorrillos o mofetas, lo que ratifica que esta enfermedad "se mueve ahora de manera diferente, ya que el virus se dispersa por animales silvestres”.

Los casos más recientes corresponden a 2014 con un foco rábico en el municipio de Ixil; en marzo de 2015 en la localidad de Seyé se reportó unos más, mientras que en mayo de ese año, un ciudadano que habita en las inmediaciones de la vía Mérida–Progreso, reportó el caso de un tejón con hidrofobia que atacó a un par de perros.

“En este caso, el animal silvestre además de atacar a los perros pretendió entrar al predio y en varias ocasiones se impactó contra la ventana, sin coordinación en sus movimientos. El propietario solicitó la intervención de una persona quien mató al animal”, dijo.

Lo mismo sucedió en julio del año pasado, cuando se reportó otro ataque, ahora en la localidad de Sinanché, cercano a la costa norte del estado; en esta ocasión, la agresión fue a un hato borreguero, que ya contaban con la vacuna contra el derriengue.

Martínez Ortiz destacó que la estrategia de prevención y vacunación se centrará principalmente en localidades cercanas a la zona costera, áreas donde habitan con mayor frecuencia animales silvestres como el tejón.

Recordó que una característica de los tejones es que viven en manadas; por ello, el contagio de la enfermedad entre ellos se da manera fácil, con periodos de incubación que pueden superar la década sin que se manifieste en forma evidente.