Con 300 pesos emprende negocio
Luego de ser deportado, Arturo aprovechó la oportunidad para crear un negocio en el interior del campamento del migrante a la orilla del río Bravo
Luego de ser deportado por las autoridades de Estados Unidos, Arturo Hernández originario de Guerrero, aprovechó que traía 300 pesos e inició un negocio de venta de frutas, verduras u otros productos dentro del campamento del migrante a la orilla del río lo que ha originado que logre salir adelante además de generar un ahorro para poder recuperar a sus hijos que están bajo resguardo del DIF.
- Matamoros, Tam.
Luego de ser deportado por las autoridades de Estados Unidos, Arturo Hernández originario de Guerrero, aprovechó que traía 300 pesos e inició un negocio de venta de frutas, verduras u otros productos dentro del campamento del migrante a la orilla del río lo que ha originado que logre salir adelante además de generar un ahorro para poder recuperar a sus hijos que están bajo resguardo del DIF.
Explicó que el fue detenido en los Estados Unidos por lo que sus hijos se habían quedado solos, uno de sus amigos los cruzó para Matamoros y los entregó al DIF, pero ahora hay que cumplir con ciertos requisitos para poderlos recuperar y para eso está trabajando.
“Pues yo inicie por lo pronto con este negocio en el campamento del migrante, ya que aquí hay buena oportunidad para la venta, pero mi prioridad es buscar un empleo formal aquí en Matamoros y recuperar mis hijos”, dijo.
Comentó que una vez que lo deportaron, el pudo lograr obtener 300 pesos, mismos que invirtió y poco a poco ha ido creciendo su negocio, primero solo era tomate, cebolla y chile lo que vendía, pero ahorita ya ofrece más productos y es un negocio completo dentro de este campamento.
“Pero ahorita es poca la venta la que estoy teniendo, porque ya se fueron muchos, antes llegaba a vender hasta cinco mil pesos de mercancía, ahorita cuando mucho obtengo mil por día”, dijo.
“Por el momento lo que quiero es encontrar un trabajo fijo aquí, ya no quiero regresar a Guerrero, allá vivía antes de irme a los Estados Unidos, pero no hay las oportunidades que podemos encontrar aquí en la frontera, por eso me voy a quedar aquí”, indicó.
“Las autoridades del DIF me están pidiendo que tenga un trabajo estable y un lugar digno para mis hijos, sólo de esa manera me los pudieran entregar, es por eso que le estoy echando ganas para poderlo lograr” aseguró.
En el interior del campamento del migrante, Arturo colocó su negocio el cual ha ido creciendo debido a la demanda que tiene, por lo que cada vez son más los productos que suele vender en este lugar.
Así mismo indicó que ya decidió quedarse en esta ciudad en busca de una buena oportunidad laboral, asegurando que se tiene mejor vida que en Guerrero de donde salió en busca de una mejor calidad de vida para sus hijos.
Afirmó ser padre soltero, por lo que tiene a cargo a dos hijos de 12 y 14 años, quienes en estos momentos se encuentran bajo la custodia del DIF.