Consejeros, en vilo

Pese a que la convocatoria establece ‘‘no permitir ninguno de los vicios de la política neoliberal, como el influyentismo, el amiguismo o el nepotismo”, en el estado de Tamaulipas los nuevos consejeros, congresistas estatales y nacionales de Morena serán políticos que ya ocupan cargos de elección popular, como alcaldes, diputados locales y federales, regidores, amigos y familiares de funcionarios.

Al darse a conocer los resultados de las elecciones celebradas el sábado 30 de julio, se observó que en los nueve distritos federales los resultados son similares, con servidores públicos, autoridades e integrantes del Poder Legislativo estatal y federal, y son pocas las personas que se eligieron, que son desconocidos para la sociedad.

Lo anterior contraviene con el artículo 8 del estatuto de Morena, que establece que “los órganos de dirección ejecutiva de Morena no deberán incluir autoridades, funcionarios o integrantes de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial de los municipios, estados y la Federación”. 

Por lo que se espera que en los próximos días los funcionarios electos den su posicionamiento, si continúan o dejan sus funciones públicas.

En el caso de Ciudad Victoria, se designó a Américo Villarreal Santiago como consejero, hijo del gobernador electo Américo Villarreal Anaya; a Junio Gattás Cano, sobrino del alcalde Eduardo Gattás Báez, al regidor Oscar Narváez Ramos, a Rómulo César Pérez, empleado del Ayuntamiento; así como a la titular de la Secretaría de Bienestar, Lorena Zapata Medina, Yuriria Iturbide Vázquez, suplente a diputada local, y Katalyna Méndez Cepeda, quien se encargó durante la campaña a gobernador a coordinar los eventos de jóvenes.

Mientras tanto, en Reynosa los allegados al alcalde Carlos Peña Ortiz se quedaron con un espacio para ser consejeros en Tamaulipas.

Se eligió al director de Obras Públicas del municipio, Eduardo López Arias; al secretario particular del alcalde, Carlos Alberto García, y al fundador Francisco Tenorio. Entre las mujeres, Verónica Castillo, María Elena González, Ana Silveria, Valentina Cota y Rocío Mateos.

En Nuevo Laredo destacó la elección de los hermanos Canturosas, Carmen Lilia Canturosas Villarreal, actual presidenta municipal, y el exalcalde Carlos Enrique Canturosas Villarreal; al igual que la diputada local Gabriela Regalado Fuentes, así como regidores, funcionarios de Comapa y un excandidato a diputado federal.

Para Río Bravo, los militantes de Morena eligieron como sus representantes a la diputada local, Casandra de los Santos Flores, Verónica Adriana Aguirre de los Santos, Bertha Torres Ramírez, Francisca Castro Armenta, y Verónica Salazar Ávila. Como consejeros se designó a César Eduardo Luna González, el diputado local, Eliphaleth Gómez Lozano, a Víctor Hugo Sánchez García, Homero González Gaviño y José Elifanio Borrego Alvarado.

Un caso similar en el distrito de Ciudad Madero y Altamira, al quedar electo el alcalde Armando Martínez Manríquez, al encabezar la lista de los consejeros; mientras que en el de mujeres se designó a su hermana María Elena Martínez Manríquez, desplazando el ‘oseguerismo’ que dominaba la zona sur del estado.

En Tampico, el diputado federal y presidente de la Comisión de Hacienda y Crédito Público, Erasmo González Robledo; la coordinadora de bancada de Morena, Úrsula Patricia Salazar Mojica; la exdiputada del PRI y PES, Olga Sosa Ruíz; la hermana del gobernador electo, Mónica Villarreal Anaya, y su operador Alberto Sánchez Neri. El diputado local José Alberto Granados Favila obtuvo un espacio para consejero en Matamoros.

¿Y LOS PACTOS DE LA CONVOCATORIA?

•  La convocatoria para el Tercer Congreso Nacional Ordinario de Morena establece a los consejeros electos cumplir con el requisito de: “No permitirán ninguno de los vicios de la política neoliberal: el influyentismo, el amiguismo, el nepotismo, el sectarismo, el grupismo, el patrimonialismo, el clientelismo, el uso de recursos para imponer o manipular la voluntad a otras y otros, la corrupción y el entreguismo”.
•  Las designaciones se dan en medio de una ola de impugnaciones y reclamos de militantes de Morena que rechazaron el método de selección y evidenciaron, a través de videos, que se les pidió votar en favor de una persona; así como utilizar a empleados de los municipios y servidores de la nación.