La salud mental será ley de los adultos mayores
Congreso de Tamaulipas analiza una iniciativa de reforma que busca obligar a las instituciones a brindar atención
Entre los cambios propuestos se incluye la definición legal de salud mental.
Con el fin de evitar la depresión senil, el Congreso local analiza una iniciativa de reforma a la Ley de los Derechos de las Personas Adultas Mayores del Estado, que busca obligar a las instituciones públicas a brindar atención psicológica y emocional, incluso en casos de abandono o duelo.
La propuesta fue presentada por el diputado local Víctor Manuel García Fuentes y plantea la incorporación de la salud mental como un área prioritaria para la población mayor.
En Tamaulipas hay más de 426 mil personas mayores de 60 años, mismos que pueden sufrir algún problema mental o emocional, y que serán beneficiados con esta iniciativa.
La propuesta se da en medio del caso de una mujer adulta abandonada en una brecha de Matamoros, sin que se sepa hasta el momento su origen, si tiene familiares o padece alguna enfermedad.
La reforma busca reconocer que el envejecimiento no solo implica retos físicos, sino también emocionales y cognitivos que requieren atención especializada.
El proyecto contempla cuidados paliativos, evitar el maltrato y la negligencia, así como fortalecer las obligaciones del Estado para garantizar una atención integral.
Entre los cambios propuestos se incluye la definición legal de salud mental como un estado de bienestar emocional y psicológico que permite a la persona adulta mayor afrontar el estrés, mantener relaciones sociales y participar en su comunidad, lo que amplía el enfoque tradicional centrado únicamente en la atención médica.
Asimismo, la iniciativa incorpora el concepto de cuidados paliativos, entendidos como "una atención activa, integral e interdisciplinaria, orientada a mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores que enfrentan enfermedades incurables o padecimientos que generan dolor evitable, considerando no solo al paciente, sino también a su entorno familiar".
La reforma también pone énfasis en la prevención y atención del maltrato y la negligencia, al establecer que cualquier acción u omisión que dañe la integridad física, psicológica o moral de una persona adulta mayor deberá ser atendida de manera inmediata por las instituciones del Sistema Estatal de Salud, sin importar si la víctima cuenta o no con familiares.
Los servicios de salud estarán obligados a otorgar atención preferente e inmediata a adultos mayores que hayan sido víctimas de maltrato o de delitos que pongan en riesgo su salud física o mental, además de implementar programas de prevención, detección temprana y seguimiento de padecimientos como depresión, ansiedad, deterioro cognitivo y trastornos neuropsiquiátricos.
La SST deberá llevar registros actualizados de familiares, visitas y expedientes clínicos, así como dar aviso al Ministerio Público cuando se detecten casos de abandono por periodos mayores a 30 días.
De avanzar en el proceso legislativo, la reforma representaría un cambio de fondo en la manera en que el Estado aborda la salud mental en la vejez.
