Rezago en abasto de agua
La sequía y el deterioro de las redes hidráulicas han obligado al estado a recurrir a abastecimiento de emergencia, señala la Secretaría de Recursos Hidráulicos
El Estado contempla el abastecimiento gratuito de agua potable para consumo humano.
Las sequías prolongadas, infraestructura hidráulica deteriorada y limitaciones técnicas ha colocado a seis mil 566 localidades de Tamaulipas en una situación de alta vulnerabilidad ante emergencias hídricas, lo que ha obligado al estado a recurrir cada vez más al suministro de agua mediante camiones cisterna y a la perforación de pozos como medidas de atención inmediata.
De acuerdo con información de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, el acceso continuo y de calidad al agua potable y al saneamiento sigue siendo una de las principales demandas de la población, particularmente en comunidades rurales y semiurbanas, donde la carencia de infraestructura complica incluso el estado de salud de las personas.
Aunque a nivel nacional se ha avanzado en la cobertura de agua potable, todavía cerca del 4 por ciento de la población carece del servicio, cifra que se eleva hasta 11 por ciento en las zonas rurales.
En Tamaulipas, este rezago se ve agravado por factores como fuentes de abastecimiento distantes o inexistentes, redes hidráulicas en mal estado, falta de productos químicos para la potabilización y ausencia de equipos para responder a emergencias.
La dependencia de pipas de agua se ha convertido en una solución recurrente cuando las comunidades no cuentan con red de distribución o cuando fenómenos extremos, como la sequía, colapsan los sistemas existentes.
Para solucionar este problema, el Estado contempla el abastecimiento gratuito de agua potable para consumo humano, aunque en muchos casos deben esperar hasta tres días para que las cisternas pasen por sus casas.
Paralelamente, la perforación de pozos profundos se ha posicionado como otra alternativa ante la insuficiencia de fuentes superficiales.
La localización de pozos profundos incluye estudios técnicos para localizar corrientes subterráneas, perforaciones exploratorias y aforos que permiten determinar la capacidad adecuada de bombeo, aunque el equipamiento posterior queda a cargo de las comunidades beneficiadas.
El diagnóstico oficial advierte que incluso las localidades que cuentan con sistemas de agua y saneamiento en operación no están exentas de requerir apoyo, ya sea por fallas electromecánicas, daños provocados por fenómenos hidrometeorológicos, interrupciones en el suministro eléctrico o por el abatimiento de pozos, situación que se presenta cuando el nivel del agua desciende debido a una extracción mayor a la recarga natural.
A estos problemas se suman las deficiencias en los sistemas de drenaje, donde los taponamientos y fugas generan riesgos ambientales y de salud pública.
Para atender estos casos, el programa estatal contempla acciones de desazolve con equipo especializado, así como la limpieza de fosas sépticas y pozos de visita, con el objetivo de evitar derrames de aguas residuales.
