Tamaulipas, la tierra de la paz ‘prometida’
A más de ocho meses de implementada, la estrategia de seguridad en Tamaulipas ha fracasado, pese a las nuevas medidas anunciadas el año pasado por el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong
La treintena de muertes de la semana pasada en esta región fronteriza confirman el fracaso de la estrategia de seguridad anunciada por el gobierno federal en mayo de 2014 para frenar la violencia y traer “la tranquilidad y paz” a los tamaulipecos.
A principios de ese mes del año pasado, al anunciar las nuevas medidas de seguridad, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, dividió la entidad en cuatro regiones y anunció que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina Armada de México (Semar) nombrarían a un comisionado de seguridad en cada una de ellas.
El propósito, según Osorio Chong, era desarticular los cárteles de la droga asentados en Tamaulipas, sellar las rutas de tráfico de drogas, personas y armas, así como hacer confiables las corporaciones policiacas y las instituciones encargadas de impartir justicia.
Ya pasaron ocho meses y no se ha cumplido nada de lo prometido por el funcionario federal. Algunos de los elementos nombrados fueron incluso removidos; uno de ellos –el general Ricardo César Niño Villarreal, quien estuvo comisionado en la Zona Norte– fue ejecutado en noviembre último en una carretera de Nuevo León cuando viajaba con su esposa en un automóvil compacto.
ALERTA DE EU
Hoy, Tamaulipas se halla inmerso en una nueva ola de violencia. La noche del 31 de enero hubo nutridas balaceras de Matamoros a Río Bravo, así como bloqueos. El gobierno de Estados Unidos emitió otra alerta para advertir a sus ciudadanos y empleados sobre el peligro que se vive en la frontera a causa de los enfrentamientos.
“Por favor –decía el anuncio–, tenga en cuenta que existe un riesgo de aumento de la violencia en las proximidades de Matamoros’’.
“La violencia se ha incrementado en los últimos días y existen numerosos informes de grandes convoyes de camionetas con hombres armados de organizaciones criminales trasnacionales conduciendo por importantes avenidas como División del Norte, Lauro Villar, Canales, Periférico y cerca de la entrada del Puente Internacional.”
La noche del 31 de enero, se registraron enfrentamientos en Matamoros, Valle Hermoso, Río Bravo y Nuevo Progreso. Al terminar las prolongadas balaceras y los bloqueos, las autoridades municipales informaron que hubo 30 muertos. Sin embargo, esas cifras no incluyen todas las bajas sufridas por los presuntos criminales, pues sus compañeros se llevan algunos cuerpos.
El lunes 2 de febrero, el Grupo de Coordinación Tamaulipas (GCT) comenzó a emitir comunicados sobre las agresiones.
“Al repeler los ataques, marinos y policías estatales abatieron a cinco de los agresores no identificados… El primer incidente se registró a las 18:30 horas del domingo 1 de febrero en el kilómetro 92 de la carretera Matamoros-Valle Hermoso, a la altura de la Aduana Vieja.
“En ese punto, elementos de la Marina realizaban patrullaje de vigilancia cuando fueron atacados por civiles armados que se desplazaban en una camioneta Ford Lobo modelo 2013, con placas de Texas”. Ahí murieron tres presuntos delincuentes.
El martes 3, el GCT reportó nuevos hechos de violencia “en la carretera que une a los municipios de Río Bravo y Matamoros, así como bloqueos en Valle Hermoso, con saldo de nueve civiles muertos”.
Y añadió: “Estos incidentes iniciaron a las 14:15 horas con bloqueos en Valle Hermoso, donde se utilizaron vehículos particulares y camiones del transporte urbano. También se reportó desplazamiento de vehículos con personas sospechosas en los poblados de Control y Estación Ramírez, pertenecientes al municipio de Matamoros”.
En el kilómetro 36 de la carretera Matamoros-Reynosa, entre las 15:00 y 16:00 horas, “elementos de las fuerzas federales fueron agredidos por civiles armados que se desplazaban en una camioneta Grand Cherokee modelo 2012. Al repeler la agresión, abatieron a cuatro delincuentes”.
Minutos después, en el kilómetro 61 de la misma vía, “elementos de las fuerzas federales fueron atacados por civiles armados que se desplazaban en un automóvil Ford Crown Victoria, por lo que se vieron obligados a repeler la agresión, abatiendo a otros cuatro delincuentes”.
Los enfrentamientos continuaron. El miércoles 4 las autoridades confirmaron los “bloqueos vehiculares en la carretera Matamoros-Río Bravo”; “también se reportó la existencia de un artefacto explosivo en el estacionamiento de la presidencia municipal de Matamoros”.
ATENTADO A DIARIO
Horas más tarde, a las 16:00 horas, cuatro hombres armados irrumpieron violentamente en la redacción del periódico EL MAÑANA de Matamoros para reclamarle al director editorial, Enrique Juárez Torres, por haber publicado notas sobre “los violentos enfrentamientos registrados en la frontera”.
Juárez Torres tomó un cuchillo para defenderse, pero uno de los atacantes le arrojó un garrafón de agua, mientras otro aprovechó para desarmarlo. Luego lo subieron al vehículo y se lo llevaron.
“¡Te vamos a quebrar!”, le dijo uno de los agresores al director editorial, en tanto que otros lo golpeaban en el vientre y la cabeza. Poco después lo liberaron. Le advirtieron que si seguía informando sobre la violencia lo iban a matar.
La madrugada del miércoles 4 una de las camionetas de distribución de EL MAÑANA fue robada durante un bloqueo en la autopista a Reynosa.
El jueves 5, el diario cabeceó a ocho columnas: “Día 4. Batalla sin tregua en la frontera. Van ya 30 muertos”.
Al día siguiente, cuando Juárez Torres ya se había ido a Estados Unidos, el diario insistió: “Día 5. Frontera sin ley: más balaceras y bloqueos. Rige ‘toque de queda’”.
El día anterior, las autoridades informaron que elementos del Ejército y agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) aseguraron una bodega en la carretera a Río Bravo donde se blindaban vehículos de manera artesanal. Decomisaron 13 automóviles, ocho de ellos ya blindados, con cargadores para fusiles Barret que montan sobre los vehículos.
En Matamoros, los lugareños aseguran que la ola de violencia de la última semana se debe a que el domingo 1 de febrero fueron ejecutados el comandante Ciclón 4, su madre, esposa e hijo, así como uno de sus lugartenientes.
Al día siguiente, la página Valor por Tamaulipas reportó que en Río Bravo hombres armados “se llevaron a varias familias la madrugada del lunes 2, una de las familias vivía por la colonia Monterreal (sic) a un lado de la Izi Ofertas”; entre los levantados estaba una pareja con sus tres hijos –dos hombres y una mujer– y otros dos familiares.
En Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, según la Cámara de Comercio del estado, cerraron 60% de los pequeños negocios a causa de las extorsiones. Con respecto a los secuestros, en agosto pasado el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública colocó a Tamaulipas en primer lugar a nivel nacional con 446
plagios.