
Aunque desde 2009 el Atlas de Riesgo sobre el estado de Hidalgo advertía sobre el peligro de que el Río Tula se podría desbordar por los escurrimientos que captaban los lagos de Xochimilco, Chalco y Texcoco, ninguna autoridad alertó de la urgencia de desalojar las zonas aleñadas al afluente

‘vamos a revertir las condiciones de injusticia social que tanto han lacerado a nuestro pueblo y vamos a escuchar a la gente’