
La clase política mexicana, con el fin de desprestigiarlo, señaló el evento como una "concentración juvenil de drogas y sexo"

La versión del Festival de Rock y Ruedas de Avándaro que atizó hace 50 años la clase política mexicana con el fin de desprestigiarlo, se desploma ante las evidencias reunidas por Federico Rubli, quien asistió al mítico encuentro