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La salud visual y el regreso a clases

Los padres de familia deben conocer la importancia de la visión de sus hijos

Han comenzado las clases y tanto para los estudios como para la práctica de deporte, la visión desempeña un papel fundamental en la vida diaria de todos.

Sólo uno de cada cuatro niños en edad escolar se realiza un examen de la vista al menos una vez al año.La salud visual y el regreso a clases

FRACASO EN LA ESCUELA Y EN LAS RELACIONES SOCIALES

En muchos casos las malas notas o el desinterés por las materias no son consecuencia de la apatía de los estudiantes, sino de algún defecto visual que les impide seguir el ritmo de las clases, atender a las explicaciones en el pizarrón, leer con rapidez y comprensión y estudiar cómodamente con el consiguiente lastre para su aprendizaje.

Pero también hay que tener en cuenta que los problemas de visión conllevan una gran cantidad de limitaciones sociales que perjudican el desarrollo, la personalidad y el carácter del niño.

La mayoría de los padres desconoce que casi el 30% de los casos de fracaso escolar se debe a problemas visuales. De hecho, se calcula que del 5 al 10 por ciento de los preescolares y el 25 por ciento de los escolares tiene problemas visuales como miopía, hipermetropía o estrabismo, siendo la miopía un problema que va en aumento entre los estudiantes.

Los niños cada vez dedican más tiempo a actividades en las que se realiza un gran esfuerzo con la visión, como la lectura, ver la televisión, trabajar con la computadora o jugar videojuegos. Esto está produciendo un incremento de escolares miopes.

ALERTA CON LOS SÍNTOMAS

El 10 por ciento de los niños padece ambliopía o también llamado “ojo vago”, pero más de la mitad de los padres lo desconoce y no busca tratamiento. Los niños no suelen ser conscientes de sus limitaciones visuales y por lo tanto, no se quejan. De ahí radica la importancia de realizar una revisión al menos una vez al año.

En su consulta, el óptico optometrista no sólo se limitará a comprobar la agudeza visual, sino que además evaluará otros aspectos como la salud ocular o la habilidad para seguir las líneas sin perderse, cambiar el enfoque con comodidad o utilizar los dos ojos de manera coordinada durante largos períodos de tiempo.

En caso de que alguna de las destrezas visuales no estén suficientemente desarrolladas, el sistema visual del niño tratará de compensarlas, lo que provocará síntomas como dolores de cabeza o fatiga ocular.

Por eso, tanto si el niño manifiesta alguno de estos síntomas como si no, el inicio del curso es el mejor momento para visitar al oculista.

Además conviene que los padres y profesores presten especial atención a los siguientes síntomas con el fin de acudir al especialista cuanto antes:

* Evita tareas relacionadas con la visión de cerca como leer, hacer quehaceres o visión de lejos, como deporte u otras actividades de ocio

* Experimenta muchas dificultades con la lectura: omite o confunde letras o palabras, usa el dedo para guiarse, adopta una postura forzada o se acerca al libro más de lo normal

* Frunce el ceño, guiña los ojos o gira la cabeza y el cuello para mirar de lejos o de cerca

* Se le irritan los ojos cuando escribe o lee, le arden y se frota los párpados con frecuencia

* Se queja habitualmente de dolores de cabeza

* Tropieza con facilidad, no calcula bien las distancias, consecuencia de la deficiencia en la sensación de profundidad

* Tiene baja comprensión de la lectura para su edad




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