Bits por la inclusión

Para Manuel Cortez Vallejo, lo más complicado en su trabajo como desarrollador de aplicaciones no es la programación en sí, sino que las personas no crean que, por su ceguera, él sea capaz de hacerlo.

"Uno se acostumbra, no me afecta, pero muchas veces cuando te preguntan '¿qué estudiaste?' y respondo 'técnico en desarrollo', me dicen '¿y sí desarrollas software?” *Manuel Cortez Vallejo, desarrollador

Para Manuel Cortez Vallejo, lo más complicado en su trabajo como desarrollador de aplicaciones no es la programación en sí, sino que las personas no crean que, por su ceguera, él sea capaz de hacerlo.

"Uno se acostumbra, no me afecta, pero muchas veces cuando te preguntan '¿qué estudiaste?' y respondo 'técnico en desarrollo', me dicen '¿y sí desarrollas software?', cuenta este chico de 23 años que vive en Santa Catarina.

"De alguna manera piensan que alguien más lo hace o que yo no lo hago. Creo que eso es lo que cuesta más a veces, porque, si vas a una empresa donde desarrollan software y les dices 'sé desarrollar software', no te van a creer".

Manuel es profesor de cómputo en Destellos de Luz, A.B.P., donde ayuda a personas con discapacidad visual a escribir en el teclado, utilizar el correo electrónico, navegar en internet y usar los programas básicos.

Desde que terminó su carrera técnica como desarrollador en software en la UANL, Manuel realiza consultorías en las que evalúa la accesibilidad de programas de cómputo para personas con discapacidad.

También crea aplicaciones que buscan la inclusión. Una de ellas es TW Blue, para que personas con ceguera puedan usar Twitter en su computadora.

"Como yo también soy desarrollador de aplicaciones, aprendo muchísimo de lo que veo con mis alumnos (en Destellos de Luz), porque al mismo tiempo que les enseño aprendo de los hábitos o de los problemas que tienen con otras aplicaciones".

Cortez Vallejo realizó recientemente una estancia en Rusia sobre inteligencia artificial.

También, del 7 de abril al 31 de mayo, el joven estuvo en la Universidad Estatal Aeroespacial de Samara. Era el único del continente americano y con ceguera, recuerda.