¿Ya se tomó su pastilla?

Tomar una cápsula cada seis horas por tres días, dos tabletas cada ocho horas por cinco días y una pastilla cada 12 horas por diez días.

Seguir un tratamiento al pie de la letra es complejo, pero hacerlo es necesario para evitar que la enfermedad se prolongue o surjan otras complicaciones.

Es muy importante que el paciente siga las indicaciones del médico en cuanto a la cantidad de medicamento que debe tomar y el horario en que debe hacerlo, ya que el efecto terapéutico depende de la cantidad adecuada de los medicamentos en el organismo.

El que el paciente tome el medicamento en el horario y dosis indicados permite que con cada toma se restablezca la concentración de éste y se mantenga en el organismo en la cantidad indicada para producir el efecto esperado.

RESPETAR EL HORARIO Y LA DOSIS

En la definición de dosis se deben considerar dos parámetros muy importantes: la concentración del medicamento, la cual se refiere a los miligramos o mililitros según el tipo de fármaco y el tiempo. Es decir, cada cuántas horas y por cuántos días debe tomarse.

En el caso de los antibióticos utilizados para tratar infecciones, el paciente debe apegarse al horario y a la duración del tratamiento, ya que si no cumple con las indicaciones médicas puede ocurrir una recaída.

Por ejemplo, si el antibiótico se le indicó para siete días, pero el paciente acorta el tratamiento y lo suspende después de tres días porque siente mejoría, la falta de adherencia a su tratamiento puede derivar en una resistencia bacteriana que prolongue y complique la evolución de la enfermedad.

Existen algunos medicamentos que se indican en el horario de comidas, ya sea que se administren junto con los alimentos o después de éstos para evitar que irriten el estómago. Otros se sugiere tomarlos con el estómago vacío. Pueden ingerirse una horas antes o dos horas después de comer para evitar que los alimentos interfieran con la absorción del medicamento y su paso al torrente sanguíneo.

Hay algunos medicamentos que no son tan eficaces si se administran en un horario que no es el adecuado. Por ejemplo, en la mayoría de los medicamentos usados para disminuir los niveles de colesterol se indica que se tomen justo antes de dormir, ya que la producción de colesterol de nuestro cuerpo es mayor en la noche que en la mañana. El paciente debe respetar ese horario para que el medicamento tenga un mejor efecto, lo mismo ocurre con algunos fármacos utilizados para tratar la hipertensión.

Cuando el paciente no respeta el horario ni la dosis indicados por el médico corre el riesgo de presentar una sobredosificación, cuyos efectos tóxicos dependerán del tipo de medicamento que esté tomando.

Si en lugar de tomarse la medicina cada ocho horas como lo indicó su

médico se la toman cada cuatro, o si olvidan tomarse la pastilla de mediodía y en la siguiente toma ingieren dos pastillas, son prácticas que no deben hacerse porque exceden las dosis y alteran los efectos de los medicamentos.

Cualquier medicamento debe administrarse con cautela. Sin embargo, existen ciertos fármacos que requieren especial atención, como aquellos utilizados para tratar epilepsia o convulsiones para el control de la diabetes o los medicamentos con margen terapéutico estrecho, los cuales pueden producir una intoxicación fácilmente cuando no se respeta la dosis sugerida.

Siempre debe respetarse la indicación del médico. Así, aunque una dosis corresponda a una hora en la madrugada debe tomarse. En caso de que el paciente sea un adulto mayor se recomienda que haya una persona encargada de administrar los medicamentos o supervisar el cumplimiento en el horario y dosis asignados.