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Revoluciona la atención ortopédica

El doctor Alejandro Badia decidió dedicarse a la cirugía de mano a los 8 años, cuando acompañaba a su abuela con artritis a buscar un especialista en esa rama que pudiera atenderla.

Revoluciona la atención ortopédica
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"Mi abuela sufrió artritis reumatoide. Eso me inspiró. Ella tenía deformidad de la mano". *Alejandro Badia, cirujano

Por Dulce Soto

El doctor Alejandro Badia decidió dedicarse a la cirugía de mano a los 8 años, cuando acompañaba a su abuela con artritis a buscar un especialista en esa rama que pudiera atenderla.

Era el inicio de la década de los 70 y en Nueva York había sólo dos cirujanos especialistas en esta extremidad, y pocas posibilidades de reemplazar articulaciones.

"Mi abuela sufrió artritis reumatoide. Ella tenía deformidad de la mano", narra en entrevista.

Años después, el médico cubano criado en Estados Unidos cumplió y superó sus aspiraciones: es uno de los cirujanos de mano y extremidad superior más reconocido, dirige el Badia Hand to Shoulder Center e intenta innovar en su especialidad: el reemplazamiento de la base de pulgar.

Justo visitó el País para participar en el LVII Congreso Nacional de Ortopedia y Traumatología, que se llevó a cabo en Acapulco, donde expuso sobre este procedimiento que, asegura, aún no se hace en México.

"Yo lo opero por vía artroscópica, o sea, el paciente casi no tiene dolor", dice respecto a la intervención para reemplazar el pulgar.

Para compartir con especialistas mexicanos ese conocimiento, Badia busca que residentes de hospitales del País que cursan el último año hagan una pasantía en el Centro que fundó.

También desea exportar su modelo de atención ortopédica, en el que la telemedicina es un pilar y todos los procedimientos son ambulatorios. Ya que varios de sus pacientes provienen de otros países o residen fuera de Miami, Florida, donde se encuentra el Badia Hand to Shoulder Center, las consultas por videollamada son sus aliadas.

A través de la página de internet del Centro, cualquier persona puede solicitar una consulta a distancia para evaluar su problema o dar seguimiento si ya fue intervenido, sin que tenga que regresar varias veces a Estados Unidos.

"La telemedicina ha hecho el mundo más chiquito. Hoy en día, ese paciente puede hacerme las preguntas, puedo examinarlo a distancia. Claro, no lo puedo tocar, pero puedo ver (cuánto) levanta el brazo, la rotación externa y me pueden mandar los estudios por correo electrónico", describe.

De esta manera logra atender a 50 pacientes al día, sostiene, operar hasta a 25 a la semana con diferentes problemas en la muñeca, codo u hombro, y todos regresan a su casa o a su país de origen en máximo cuatro días.

"Así hay menos complicaciones, tienen todo el equipo y los estudios necesarios ahí. La otra cosa es la tasa de infección. En el hospital es imposible eliminar la bacteria, eso no lo tenemos. En nuestro quirófano no hemos tenido una infección en 3 años", subraya.





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