La importancia de la TAC
Una Tomografía Axial Computerizada, mejor conocida como TAC o escáner, es un procedimiento de diagnóstico médico que utiliza rayos X con un sistema informático que procesa las imágenes y que permite obtener imágenes radiográficas en secciones progresivas de la zona del organismo y si es necesario, imágenes tridimensionales de los órganos o estructuras orgánicas.
Las imágenes de la TAC permiten analizar las estructuras internas de las distintas partes del organismo, lo cual facilita el diagnóstico de fracturas, hemorragias internas, tumores o infecciones en los distintos órganos. Así como conocer la morfología de la médula espinal y de los discos intervertebrales (tumores o derrames en el canal medular, hernias discales, etc.) o medir la densidad ósea (osteoporosis).
En algunos casos puede ser necesario utilizar contraste radiológico, que inyectado en el líquido cefalorraquídeo, en los vasos arteriales, facilita el diagnóstico.
La realización de una TAC es una prueba no dolorosa que ofrece imágenes de gran calidad y precisión. Sirve como guía para la realización de intervenciones mínimamente invasivas, toma de biopsias, drenaje de abscesos, reduciendo la necesidad de intervenciones quirúrgicas.
¿CÓMO SE REALIZA?
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El paciente se recuesta en una camilla que se desplaza mecánicamente a través del tomógrafo, un túnel en forma de aro que rodea al paciente y la camilla y va realizando las radiografías. El proceso dura alrededor de una hora y dependiendo del órgano estudiado puede realizarse con contraste inyectado o administrado vía oral o por enema para distinguir con mayor nitidez los tejidos y órganos.