Brindan reparador sueño

Por Teresa Donoso

Todos sabemos que comer en demasía en general provoca más ganas de dormir y eso se debe, en parte, a que con el estómago lleno nuestro cuerpo tiene que gastar más energía en digerir lo que nos deja con menos energía para movernos.

Sin embargo, a veces la cantidad no es el único culpable y de vez en cuando notarás que a pesar de almorzar ligero igual te la pasas cabeceando el resto del día y preguntándote cuántas tazas de café puedes beber antes de morir.

Lo que sucede es que algunos alimentos y su composición favorecen esta sensación y aunque están lejos de ser poco saludables, sí sería buena idea consumirlos de forma estratégica a lo largo de tu día (por ejemplo, durante la tarde o la noche) para aprovechar esa somnolencia durante la noche.

Cerezas

Las cerezas, además de ser deliciosas, contribuyen a aumentar los niveles de melanina en el cuerpo, algo que mejora el estado de ánimo y también contribuye al relajo.

Pescados grasos

Los pescados con un alto contenido de ácidos grasos omega, como el salmón, usualmente aumentan la producción de melanina lo que, a su vez, reduce la sensación de estrés, nos hace relajarnos y tener deseos de dormir.

Té de manzanilla

Este té es muy usado para los dolores de estómago o los que sentimos durante el período, pero además es muy útil a la hora de sentirnos nerviosos, estresados o de tener insomnio. Debido a que contiene glicina, posee un increíble efecto sedante.

Avena

La avena es maravillosa, con un perfil nutricional muy bueno y un sabor increíble, sin embargo a algunas personas les resultará mejor comerla por la noche que al desayuno debido a que su alto contenido en triptófano relaja el sistema nervioso lo que, en algunos, podría llegar a causar somnolencia.

 Almendras

Las almendras son ricas en calcio y ácidos grasos omega. Además, ayudan a fomentar la producción de melatotina, una hormona crucial a la hora de sentir deseos de dormir.

Semillas de calabaza

Las semillas de calabaza también son ricas en triptófano, pero además contienen mucho zinc y magnesio. Estos minerales le hacen muy bien a nuestro cuerpo y también contribuyen a relajar la musculatura y el sistema nervioso. Ideales para comer antes de dormir.

Plátanos

El azúcar de la banana hacer que el triptófano que puedes encontrar de forma natural en ellos se asimile de mejor forma en la sangre y esté más accesible para nuestro cerebro. Dicen que la banana es buena para los calambres musculares y definitivamente lo es, pues ayuda a que los músculos se relajen.

 Arroz blanco

El arroz blanco tiene un alto índice glucémico, es decir, sus carbohidratos se convierten en energía y azúcar con mucha rapidez (a diferencia del arroz integral) por lo que provoca que a las 3 o 4 horas tengamos una baja drástica de energía que, en ocasiones, se traduce en deseos de dormir y muchos bostezos.

Nueces

Las nueces, al igual que las almendras, contienen triptófano, aunque en una cantidad ligeramente menor. Sin embargo, también aportan melatonina, lo que las convierte en el fruto seco perfecto para los que nunca se quedan tranquilos.