Involúcrate en su crianza
Si un papá participa activamente en la crianza de sus hijos, sobre todo a partir de los tres años, ello ayuda a fortalecer su independencia y autocontrol, así como a reducir el miedo al abandono cuando se vuelven adultos, establece Gabriela Martin del Campo Rivera, terapeuta familiar.
Lo anterior, asegura, debido a que a los papás les es más fácil enseñarle a sus hijos a que hagan las cosas por sí mismos, constantemente marcan límites que fomentan el auto control y los apartan de la dependencia que comúnmente sienten por la madre.
"Las mamás dan mensajes dobles a los hijos en cuanto a la cuestión de la independencia, les dicen 'hazlo tú', pero al final lo hacen por ellos, por miedo a que sufra. Los papás son más racionales y objetivos en ese aspecto", cuenta.
"Durante los primeros tres años de vida, el hijo está emocionalmente muy apegado a la mamá porque ella le da una estructura a lo que está sintiendo, pero él necesita un proceso de desprendimiento de la madre para que en su vida adulta no genere un problema de angustia a la separación con otras personas".
Sin embargo, a decir de la especialista en desarrollo infantil y adolescente, hay un prejuicio cultural de que los papás no pueden ejercer un trabajo de crianza adecuado.
"A pesar de que se dice que el papá no tiene intuición materna, es claro que la desarrolla y tiene toda la capacidad afectiva para entender que es lo que está pasando con sus hijos y reaccionar", agregó.
Lo cierto es que la edad del padre sí repercute en cómo desarrolla su rol.
"Un adolescente no está preparado para fomentar un juicio de realidad en sus hijos porque aún no acaba de formarse, no conoce de consecuencias y es muy impulsivo; por lo tanto es más difícil que ejerza un rol paternal", detalló.
(Agencia Reforma)
