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Los bucaneros del río

Bucanero es un sinónimo de pirata. Sin embargo, esa palabra de origen francés (boucanier) se aplicó durante los siglos XVII y XVIII a los corsarios y filibusteros que saquearon las posesiones españolas en América.

Antigua presidencia municipal de Reynosa (Foto de Gleen del 9 de mayo de 1913).Los bucaneros del río

LA INVASIÓN NORTEAMERICANA

Después de la Guerra de Texas por la que se independizó ese Estado y luego se anexó a los Estados Unidos, vino la guerra con México, que así le llaman ellos y que nosotros conocemos como la Invasión Norteamericana. Los tratados que dieron fin a esa injusta guerra, se firmaron el 2 de febrero de 1848 en la villa de Guadalupe-Hidalgo y en los mismos se fijaron los límites entre los dos países. El río Bravo o Grande del Norte fue una de las líneas divisorias.

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Barco de vapor de fondo plano que se usó para comerciar por el río Bravo (foto del Museo Histórico de Edinburg, Texas).

En mayo de 1852 había cerca de 100 barcos todos de propiedad norteamericana, que circulaban desde la desembocadura del Río Bravo hasta Ciudad MieR e iban haciendo escala en los diferentes poblados y rancherías de ambos lados de la frontera. Bajaban y subían mercancías y pasajeros a través del recorrido.

Pues sucede que cierta ocasión, el alcalde del ayuntamiento de la Villa de Reynosa, don Juan José Chapa Guerra, recibió una denuncia que decía: “los abajo firmantes, pasajeros de Brownsville para San Luis, Edinburg y Río Grande, a bordo del Steamboat nombrado ‘El Comanche’ bajo las órdenes del capitán Richard King, pasando hacia arriba por dicho río de pueblo en pueblo por la izquierda del mismo (Mr. King, quien fue dueño del rancho ‘La Kineña’ cerca de la población Kingsville, Estado de Texas, certificamos que el lunes próximo pasado 17 de mayo de 1852, en el punto conocido como rancho Santa Ana del lado de México, mientras el dicho bote perfecta y pacíficamente se esforzaba en andar para arriba, girando, en carrera de Browsville a la ciudad de Río Grande, fue terriblemente sorprendido por unas descargas que le hicieron al bote del lado mexicano. Se vio positivamente que los disparos fueron cometidos por una partida de mexicanos, de los cuales dos tiros tuvieron efecto en la persona del teniente O. Breshear y un niño de cuatro años. También certificamos no haber hecho ninguna causa, ni provocación, ni insultos dados por los pasajeros, oficiales o alguno de los tripulantes”. Firman: F. Faunt Le Roza, Yslamen Emerson, G. A. Emmy, Edmonson.

LOS HECHOS

El presidente municipal de Reynosa, mi tío don Juan José Chapa Guerra, juez por ministerio de ley, ordenó a su jefe de policía don Salomón Trujillo, la investigación correspondiente y la presentación de los presuntos involucrados en el caso “para tomar la debida información respecto a los hechos contenidos en la denuncia, las personas que los perpetraron y causas que los motivaron”.

Atendiendo a las órdenes, don Salomón Trujillo presentó en primera instancia a Justo Olivares, encargado de la Congregación de Santa Ana, quien declaró “no saber nada sobre el particular hasta hoy que se le pregunta”.

Incontinenti (así dice el texto, significa a continuación), compareció don Juan G. Galván quien manifestó que “en efecto, sabe que les abrieron fuego a los pasajeros del vapor y que la causa fue por no haber querido pagar una vaquilla que poco antes habían dado muerte”.

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Enseguida, fue presentado don Hermenegildo García Galván, quien declaró: “como a las 2:00 de la tarde del lunes 17 de mayo pasaron por mi rancho Feliciano Guzmán, Andrés Chapa, Francisco Pérez y Valentín Posadas y dijeron que iban a alcanzar el vapor de ‘El Comanche’ a reclamar al capitán una vaquilla que les habían matado de un balazo y llevada en el mismo vapor. Que el que habla se quedó en su citado rancho y poco tiempo después regresaron los individuos que fueron quienes le informaron que su objeto había sido reclamar el valor de la vaquilla, pero luego que fueron descubiertos por los del vapor, les dispararon un tiro a lo que se vieron ellos precisados tanto por eso como por el robo de la vaquilla a contestarles con cinco tiros”.

Tocó el turno de declarar a Feliciano Guzmán quien manifestó que: “estando ocupado en sus negocios, le vino a avisar su esposa. Que los del vapor ‘El Comanche’ habían disparado un tiro. Que en tal virtud, el que habla, deseoso de investigar a qué objeto habían disparado, invitó a Andrés Chapa para que le acompañase, que al efecto, fueron ambos al río y vieron que en el plan de un recodo estaba atracado el vapor y tenían una vaquilla blanca muerta que luego jalaron los del mismo vapor y tomaron el canal a su destino que por eso se dirigieron el que habla y Chapa hacia arriba a ver si les era posible recobrar del capitán del vapor el valor de la vaquilla, que nada consiguieron pues el vapor se pasó velozmente, por cuyo hecho regresaron al rancho. Invitaron a Francisco Pérez y a Valentín Posadas a acompañarlos, que alcanzaron al vapor entre los ranchos de ‘Los Alacranes’ y ‘Santa Ana’ y los americanos les dispararon un tiro, en cuya virtud, el que habla, Chapa y los otros dos abrieron fuego sin que pareciera el vapor de pararse”.

De la misma forma comparecieron Andrés Chapa, Valentín Posadas y Francisco Pérez Martínez quienes ratificaron las declaraciones hechas por sus antecesores.

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Ancla encontrada en la ribera del río Bravo cerca de Ciudad Mier, Tamaulipas (foto del Museo de Ciudad Mier).

La última comparecencia y la más interesante fue la de Prisciliano Domínguez, quien manifestó tener 21 años de edad, casado, ser el propietario del rancho ‘Santa Ana’, que el día de los hechos estaba ausente, pero el encargado le informó de lo ocurrido. También expuso que “no es la primera vez que los vapores que recorren el río los respectivos capitanes se surten de la carne necesaria de la manera que lo ha hecho últimamente ‘El Comanche’ y lo pone en conocimiento de la autoridad para que lo lleve a quien corresponda”.

El alcalde Chapa Guerra ordenó a su secretario Jesús Francisco Ballí, dar por concluidas las investigaciones y ordenó cerrar el expediente sin que se sepa si dio parte a las autoridades federales. Archivo Histórico de Reynosa, 1852. Juzgado, causa criminal, C6 exp. 123 8f.




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