buscar noticiasbuscar noticias

La vida del fotógrafo que sufrió el horror nazi se convierte en película

Mario Casas protagoniza el filme sobre el catalán Francesc Boix en Mauthausen

Los deportados sumamente delgados y en sucios trajes de rayas avanzan escudilla en mano hacia la mesa donde les sirven una sopa aguada y un pan duro.

La vida del fotógrafo que sufrió el horror nazi se convierte en película

Luego se refugian en los camastros de la construcción para dar cuenta con avidez de las inhumanas raciones. Se escucha una voz: “¡gracias, chicos! Cortamos para ir a comer”. Y los presos cambian de expresión y salen animados camino del abundante catering que les espera fuera.

Dentro quedan abandonados los platos oxidados, las cucharas de madera y por supuesto la sopa y el pan duro. En el borde de una litera alguien se ha dejado la ajada chaqueta a rayas con el número 9112 que lleva cosida una estrella de David compuesta por dos triángulos amarillos. Es improbable que se la roben.

----

“EL FOTÓGRAFO DE MAUTHAUSEN”

Estamos en uno de los sets de rodaje de “El fotógrafo de Mauthausen”, una película sobre las peripecias que vivió en el famoso campo de concentración nazi, en el que se internó a siete mil republicanos españoles, el fotógrafo catalán Francesc Boix para conseguir ocultar fotos que testimoniaban el horror y los crimenes del III Reich y que sirvieron luego de prueba en los juicios de Nuremberg.

Mauthausen, por el que pasaron cerca de 190 mil presos, de los que murieron casi la mitad, se convirtió a lo largo de la guerra en un inmenso complejo concentracionario con medio centenar de subcampos.

Aunque no estaba considerado propiamente un campo de exterminio como Treblinka, Sobibor o Belzec, fue un campo de extraordinaria dureza, incluso para ser un campo nazi y en el que de hecho se exterminaba a los internados (una gran mayoría presos políticos considerados enemigos incorregibles del Reich) sobre todo a través del trabajo extenuante aunque también funcionó (en Gusen) una cámara de gas. Los SS desplegaron en Mauthausen un sadismo particularmente sobrecogedor.

Entre los presos famosos del campo, además de Boix, figuran Simon Wiesenthal, Mariano Constante, Joaquim Amat-Piniella, o Peter van Pels, el adolescente que se escondió con Anna Frank. El personaje más celebre que nunca estuvo es por supuesto el impostor Enric Marco.

imagen-cuerpo

Francesc Boix, en el campo de concentración.

imagen-cuerpo

Mario Casas en el rodaje de la película 'El fotógrafo de Mauthausen' dirigida por Mar Targarona. J. 

----

EL FILME

Dirigido por Mar Targarona y protagonizado por Mario Casas, que ha perdido 12 kilos para encarnar al Boix preso (en general todos, actores y figurantes han perdido peso, excepto los que hacen de nazis) se rueda en Terrassa y luego lo hará en Budapest, donde aprovechará los mismos decorados de un campo que se usaron en “El niño del pijama de rayas”. El estreno está previsto para septiembre u octubre del próximo año.

“Hay escenas muy duras, no puedes contar esta historia sin ellas. No obstante la personalidad de Boix, un superviviente, un hombre que amaba la vida, que no se dejó arrastrar a la desesperación y que incluso era algo pícaro, ofrece una perspectiva soportable, no tan oscura”, admite Targarona. La directora destaca la asombrosa aventura vital de Boix, que utilizó su trabajo en el laboratorio fotográfico de los SS para robar negativos y jugándose la vida, esconderlos de cara a probar luego los crímenes. Boix, que intervino como testigo en Nuremberg, también realizó él mismo una gran cantidad de fotografías de Mauthausen tras la liberación que son testimonio asimismo de las atrocidades del campo.

Mario Casas no conocía a Boix antes de encarnarlo. Su historia le parece fascinante y el personaje un regalo. “Es un verdadero superhéroe sin máscara, sin capa y sin superpoderes. En su caso la realidad supera a la ficción”. La recreación que se ha hecho del campo le parece espectacular y afirma que el adelgazamiento radical le ha servido para compartir en una pequeña parte el sufrimiento de los presos.

Los exteriores monumentales de Mauthausen se han reconstruido en un descampado junto al antiguo sanatorio de tuberculosos de Can Viver en Torrebonica. En la granja agrícola vecina se han adecuado unas naves para devenir el barracón de desinfección y la carpintería, donde Boix y sus amigos escondieron parte de las fotos sustraidas a los SS. En el segundo escenario se pueden ver cajas apiladas con el águila nazi y un letrero en la pared con el famoso lema irónico habitual en los campos de Arbeit macht frei, “el trabajo os hará libres”.

Aún más siniestra es la reconstrucción que se ha hecho en el Parc Audiovisual de Cataluña, en el antiguo Hospital del Tórax, del hospital del campo, antesala de la muerte.

Un retrato de Hitler preside el lugar y para mayor espanto, una puerta al fondo da paso al escenario donde se han reconstruido, con aterradora exactitud, cenizas incluidas, los hornos crematorios.

Parece mentira que a muy poca distancia, unas puertas más allá, esté la academia de Operación Triunfo. 





DEJA TU COMENTARIO
PUBLICIDAD

PUBLICIDAD