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H.G. Wells: El escritor con demasiados atributos para las mujeres

Una biografía de David Lodge muestra al autor de ‘La guerra de los mundos’ como un fauno con largo historial de amantes que su mujer conoció y al que el sexo le causó más problemas que momentos de plenitud

Todas las biografías inglesas empiezan por el mismo asunto: por la clase social. H.G. Wells (1866-1946) nació en una familia de clase media casi pobre. No pasó hambre pero sí frío. Se sentía inseguro con su acento y con sus modales y siempre pensó que moriría joven por culpa de las estrecheces de su infancia. En su adolescencia intuyó que su mente iba más deprisa que las demás y se afanó por remontar socialmente a través del pensamiento y la literatura. También descubrió en esa época, ante una prostituta, que su cuerpo desnudo causaba impresión entre las mujeres. Por ahí encontró otra fuente de autoestima y desagravio social: la del amor y el sexo.

H.G. Wells.H.G. Wells: El escritor con demasiados atributos para las mujeres

Tampoco es fácil hacerse una idea de la belleza de las mujeres a las que Wells amó y a las que se refirió en sus diarios con descripciones conmovedoras. De casi todas hay fotografías que, pese a las bonitas poses prerrafaelitas, siempre son decepcionantes en comparación con la manera en que fueron retratadas por escrito: rostros angelicales, ojos llenos de inteligencia, cinturas de sirena, movimientos felinos... Wells y sus mujeres son los protagonistas de ‘Un hombre con atributos’, la biografía novelada del autor de ‘La máquina del tiempo’, firmada por David Lodge y traducida ahora por el poeta Mariano Peyrou (Impedimenta).

Los dos temas centrales de ‘Un hombre con atributos’ son la política y el amor, enredados de una manera muy oportuna para los lectores de 2020. La parte de la política se puede explicar brevemente. Wells, hombre alegre, optimista y consciente de la miseria de millones de súbditos del Imperio, entró en movimientos de izquierdas cuando aún estudiaba. Empezó a tener éxito como escritor y fue captado por los Fabianos, una club de debates socialdemócratas, muy exigente y muy prestigioso. En principio, aquello no sonaba mal, pero, una vez dentro, Wells descubrió que sus compañeros de militancia eran unos señoritos autocomplacientes, hipócritas y mucho más conservadores de lo que aparentaban. Tenían amantes pero predicaban la moral sexual de un sacerdote católico, bloqueaban el derecho al voto de las mujeres y, cuando Wells enamoraba a sus hijas, se lo tomaban sorprendentemente mal. 

Con los años, el escritor tendió a la soledad política.

¿Vamos ya con el amor? El Wells que retrata Lodge fue un fauno, una criaturilla inconsciente e irresponsable al que el sexo le causó más problemas que momentos de plenitud. Como le pasa a cualquiera, pero con más intensidad y frecuencia.

 la muerte de ella en 1927.



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